Última jornada grupal con sabor agridulce para la selección española femenina sub-20 en el Mundial de Papúa Nueva Guinea. Por un lado, el bloque nacional conseguía por primera vez clasificarse para los cuartos de final de este evento mundial; por otro lado, caía frente a Nigeria para dejar escapar la primera posición de grupo y dilucidar a Corea del Norte como exigente rival en la siguiente fase.

El duelo frente a las africanas fue francamente complicado. Nigeria, vigente subcampeona del mundo sub-20, tenía prácticamente imposible la clasificación… pero tenía ganas de revancha y quería volver a casa dejando el listón lo más alto posible. Y a buena fe que lo dejó. Con un estilo de juego algo anárquico pero perfectamente inculcado, dificultó sobremanera a una España muy perseguida e incómoda tanto en defensa como en circulación de balón, principalmente por el físico, la contundencia y la velocidad rivales.

Así las cosas, el tempranero tanto de Alba Redondo sería neutralizado pocos minutos después por Onyebuchi y ya en la segunda mitad por una Ihezuo que se erigió como el principal quebradero de cabeza para la zaga española. La atacante africana fue elegida merecidamente por la FIFA como mejor jugadora del encuentro. La Selección continúa soñando, aunque el camino será ahora bastante más dificultoso.

Cinco cambios

Con la clasificación para cuartos de final prácticamente asegurada y el empate como valioso permio en el horizonte, los cambios fueron la tónica dominante en el once inicial español. Y es que hasta cinco jugadoras entraron en el once inicial con respecto a la inolvidable victoria ante Japón. Uno de ellos se produjo por lesión, entrando Cazalla en el lugar de Rocío, que caía en el citado envite frente a las niponas. La central madrileña coparía la línea defensiva junto a Menayo, Beltrán y una Lucía Gómez debutante en el sector derecho. En el centro del campo, Sandra actuó por delante de la defensa y Mariona y Maite, ambas novedades, como cerebros ofensivos del equipo. Por último, una sustitución en el trío ofensivo. Alba relegaba a Lucía a la suplencia y formaba en la punta de lanza junto a Nahikari y Falcón.

Cazalla, Lucía Gómez, Mariona, Maite y Alba, novedades en el once con respecto a la victoria ante Japón

Así las cosas, jugadoras habitualmente titulares como Lucía, Patri Guijarro y Aitana se sentaban en el banquillo. Precisamente las centrocampistas del Barcelona serían protagonistas del encuentro en lo que a números se refiere, alcanzando la 40ª internacionalidad la balear y la 30ª la catalana. Además de ellas, Menayo festejaba su 35º partido oficial con la camiseta nacional, Mariona el 25º y Alba el 20º. Números que garantizan la competitividad y experiencia de todas estas futbolistas en eventos y partidos de máxima exigencia.

Por su parte, Nigeria realizó muchas menos sustituciones. Aún con la clasificación prácticamente inalcanzable por la insultante diferencia de goles, el seleccionador africano apenas movió su once, dando entrada exclusivamente a dos jugadoras con respecto al once que se impusiese a Canadá en la segunda jornada. Estas fueron Tule y Reuben. La primera ocupaba la posición de la capitana Emenayo en la zona defensiva; la segunda, el sitio de Ologbosere en el flanco derecho. Así las cosas, Okeke se situaba bajo los tres palos, con Famuditi, Ogbonna, la propia Tule y una Uchendu actuando como líbero en defensa. Por delante de ellas se situaron la constante Ukwuoma, Onyebuchi y Bokiri, esta última actuando más como enlace. Y arriba, Reuben y las dos jugadoras más diferenciales: Ihezuo y Ajibade. Nigeria quería revancha, Nigeria quería ganar.

Dificultades desde el inicio

Aunque el encuentro echó a rodar con un peligroso cabezazo de Ihezuo, España se adelantaría prontamente en el electrónico. Mariona dibujaba una buena asistencia cruzada, Nahikari bajaba el esférico y Alba fusilaba en el área grande. Era el 1-0 cuando apenas habían transcurrido siete minutos. Parecía que el inicio sonreía a la Selección. Pero nada más lejos de la realidad. Nigeria asentó su idea futbolística y dificultaba sobremanera la salida española con una presión constante en campo contrario. Y fue precisamente esta presión la que, apenas cinco minutos después, daría alas a las Águilas Verdes, que forzaron un saque de esquina y, tras un error en el despeje, Onyebuchi superó a Mariasun. Era el primer tanto que encajaba España en Papúa Nueva Guinea. Era el empate.

Lo que parecía una advertencia se convirtió en algo continuo. Nigeria seguía apretando, buscando llegar con potencia y físico, e imponiendo su extraño estilo. Siempre incomodando, ninguna jugadora española respiraba tranquila ante el pegajoso marcaje africano, así como tampoco reinaba la tranquilidad ni en defensa ni en la circulación fluida del esférico. Con un fútbol más propio de épocas antiguas, con poco criterio táctico pero mucha intensidad, Nigeria controló la primera mitad y, prácticamente, la totalidad del encuentro.

Con todo, España llegaba a cuentagotas, merced fundamentalmente a los fulgurantes cambios de ritmo de Falcón y a un centro lateral de Lucía Gómez que Alba no acertaba a rematar. Por su parte, Ihezuo y Ajibade se afirmaban como las esperadas mayores amenazas rivales merced a su velocidad, movilidad y potencia física. El resto del equipo trabajaba para ellas, mordiendo constantemente. E incluso haciéndolo de manera excesivamente contundente, tal y como demuestran las hasta 23 faltas y cuatro cartulinas amarillas y una roja mostradas finalmente por la colegiado. La Selección estaba en problemas. Aunque la igualada servía y Nigeria carecía de imaginación en el último sector de campo, la tranquilidad brillaba por su ausencia.

Nigeria perdona

El segundo período pareció un calco del primero. Prácticamente nada mudó con respecto al primer acto, si bien es cierto que España mejoró algo en su fútbol apoyada principalmente por un fuerte viento a favor. Aunque si hubo una jugadora que destacó principalmente fue Ihezuo. La delantera regresó de los vestuarios luciendo su mejor versión, instalándose en la banda izquierda y ganando en velocidad a su par prácticamente en todas las acciones. Nigeria no perdía la cara al encuentro, demostrando raza y orgullo, e Ihezuo se asentaba como un peligro constante con espacios a favor.

Impedidas para combinar por las continuas infracciones y marcajes rivales, las internacionales españolas optaron por disparos lejanos que pudiesen encontrar un aliado en el viento. Así lo probaron Mariona o Falcón. Aunque la Selección mejoraba por momentos, faltaba continuidad y el peligro constante de una Ihezuo que lo tenía muy claro. Al igual que Ajibade. Sensacional asistencia picada de la atacante nigeriana y remate a la red exterior de Adeboyejo tras recortar previamente a Mariasun.

Ihezuo fue una auténtica pesadilla: movilidad, velocidad, potencia, físico y determinación

Y, como bien dicta el dicho, tanto fue el cántaro a la fuente que terminó rompiéndose. ¿Y quién si no? Ihezuo se lo guisó, Ihezuo se lo comió. La delantera aprovechó un balón largo, volvió a ganar posicionalmente a Lucía Gómez, se fue por potencia y físico de Menayo y Cazalla y definió a la perfección ante la guardameta de la Real Sociedad. Ni el viento en contra consiguió frenarla. Espectacular. El resultado incluso pudo ser mayor de haber conectado correctamente Adeboyejo un buen chut detenido por Mariasun.

La derrota no servía y Pedro López movió el banquillo. Arriesgó con defensa de tres, entraron paulatinamente Patri Guijarro, Aitana y Lucía, y se acumularon futbolistas en la zona ofensiva, principalmente tras la inocente expulsión de Ogbonna. Pero faltó tiempo para ejecutar el plan. Falcón llegó, Nahikari cedió y Mariona disparó altísimo. Después chutó Nahikari y despejó la defensa. Acto seguido lo intentó Lucía y de nuevo despejó la zaga. Fue un acoso final insuficiente para alcanzar el objetivo. El final, ya se conoce. Derrota agridulce, a cuartos de final pero como segundas de grupo.

Corea del Norte, siguiente rival

La derrota de España y la nueva goleada de Japón a Canadá impide a la Selección acceder a la ronda de cuartos de final como primera de grupo. Así, las chicas dirigidas por Pedro López no se encontrarán con Brasil en la antepenúltima ronda, que igualó con Suecia y festejó su billete, sino con Corea del Norte. En otras palabras, una de las grandes potencias mundiales en categorías inferiores que se presentará en cuartos con pleno de puntos, trece goles a favor y tres en contra. España lo hará con seis unidades, siete dianas a favor y dos en contra.

El encuentro se disputará el próximo jueves a las 07:00 horas. Ahora habrá tiempo para descansar, corregir detalles y llegar al envite con la ilusión y el fútbol como señas de identidad. Porque un encuentro agridulce no debe empañar un futuro esplendoroso.