Menorca llevaba esperando 21 años para volver a disfrutar de un partido de esta categoría. La última vez que el joven combinado nacional jugó en la isla, apareció el nombre de un jovencísimo Steven Gerrard. Quien sabe si alguno de estos jugadores llegará a tener el nivel del eterno capitán red. Si aún no lo tienen, van en buen camino.

Antes de empezar el calentamiento de ambos conjuntos, la grada ya iba tomando forma para ver en acción a los jugadores de La Rojita y de la Azzurra. A pocos minutos de que Varón Aceitón diera inicio al partido, un grupo de chavales menorquines leyó un manifiesto sobre los juegos IGA que disputará la delegación menorquina en Gotland este 2017. Después, la organización dio paso a los canteranos del equipo que solía jugar sus partidos en este escenario en 2ª B, el Sporting de Mahón. Éstos sujetaron las banderas de Italia, España y la UEFA mientras la afición ondeaba las banderas que habían sido repartidas entre los asistentes, a la vez que escuchaban el himno español e italiano.

Una vez terminados los pertinentes protocolos, el balón echó a rodar sobre el seco verde. España entró al encuentro algo dubitativa y perdía balones sencillos bastante rápido. Italia se contagió del juego español, pero su resfriado se cortó en seco cuando empezó a atacar por la banda izquierda.

El gol visitante no se hizo de rogar, y llegó a los 15 minutos de juego a través. Falta ensayada desde la frontal del área: Andrea Rizzo deja para la pantera Moise Kean, que chuta con una potencia descomunal hacia la portería defendida por Álvaro Fernández. El guardameta despeja como puede, pero con tan mala suerte que cae en el defensa del Inter, Davide Bettella. El capitán neroazzurri convierte el 0-1, por lo que el público se queda congelado por el intenso frío y por el inesperado gol de Italia.

España parecía incapaz de reaccionar y sorprendemente perdía el control del esférico de forma constante en la salida de balón. El centrocampista del Real Madrid, Mohamed Moukhliss intentaba mover la pelota de lado a lado para posteriormente, asustar con algún chut a un inseguro Simone Ghidotti. Además, el ‘8’ madridista ayudaba en defensa a tapar a Moise Kean. En una de las incursiones, la pelota llegó a Diego Pampín. El coruñés podría haber chutado perfectamente en el área, pero no se atrevió a darle con su diestra y optó por el regate con su gran zurda. No le salió bien la idea, ya que el lateral contrario llegó a tiempo para despejar.

Los chicos de Emiliano Bigica empezaron a meterse atrás para dejar a España tocar el balón en el centro y a la hora de robar, buscar la zancada de un egoísta Moise Kean, jugador de origen marfileño y el primero del siglo XXI en jugar un partido de las grandes ligas europeas y en Champions League contra el Sevilla.

Tras el descanso, Santi Denia introdujo nuevas caras en el campo para analizar el rendimiento de todos sus jugadores. Emiliano Bigica también dio entrada a más chavales.

Y a su vez, España dio entrada a la intensidad, empuje y buen juego que faltó en un pequeño período de la primera mitad. Una de las primeras jugadas fue fantástica, iniciada con una pared de tacón de Diego Pampín y que acabó con el remate arriba de Juan Miranda.

Durante el resto del segundo tiempo, el dominio español fue abrumador y los italianos tan solo conseguían darse un respiro enviando balones largos a Moise Kean. Finalmente, llegó el gol de España tras un penalti clarísimo cometido por la zaga italiana a Gregorio Medina. El capitán Abel Ruiz fue el encargado de lanzarlo y no defraudó. Engañó al portero tirándolo a la derecha del mismo y ponía las tablas en el marcador en el 84’.

Vídeo del gol

Tras el pitido final, Mateu Morey, Abel Ruiz y Santi Denia hablaron para la televisión autonómica balear y el canal de la RFEF. “Del partido destaco la reacción en el segundo tiempo para poder empatar. Estoy muy contento con el comportamiento de todo el equipo” comentaba Santi Denia, que a su vez se mostraba encantado, agradecido y sorprendido por la reacción de la afición, que llenó Bintaufa pese al mal tiempo del día de ayer en Menorca. Tal vez, la tierra de las abarcas pueda volver a acoger un partido de tal magnitud por las palabras de agradecimiento hacia la FFIB y a los mahoneses.

Santi Denia, Mateu
Santi Denia, Mateu Morey y Abel Ruiz | Imagen: RFEF

Para acabar, los dos jugadores del Barça coincidieron en que “el viento les frenó en la primera parte”, pero luego se repusieron bien en la segunda y lograron el empate ante “un rival siempre complicado”.