Vicente del Bosque, también conocido como "El marqués" gracias a sus éxitos con el combinado nacional, obra como exseleccionador de "La Roja" día tras día, lo último, la participación del salmantino en una charla sobre gestión de grupos (II Encuentro Arteixo Innovación), lugar en el que ha hablado sobre la relación con los jugadores que tuvo él, y que debería tener un entrenador, ya que don Vicente abogaba por la necesidad de haber un líder en todo equipo. En ese aspecto incidió especialmente el seleccionador con más éxito en la historia de España, el cual afirmó que actuó como pensaba que "tenía que hacerlo".

"No hay un libro, un método al que recurrir" afirmaba Del Bosque queriendo explicar que no hay una ciencia cierta de cómo llevar un grupo de jugadores de fútbol profesional, sino que se trata de "un asunto personal", relación cercana jugador entrenador, cuyos lazos fortalecerían más la unión del equipo entre jugadores y con el entrenador.

El exseleccionador habló también del tema Iker Casillas, un jugador con el que el salmantino aseguró que "Decían que tenía que darle explicaciones a Iker, que seguro que merecía un trato distinto, pero obramos como entendíamos que había que hacerlo. Ha sido extraordinario con la selección e irrepetible", apuntaba Del Bosque con rotundidad, dejando claro que no hay jugador por encima de nadie, todos son iguales, independientemente de sus logros a la hora de tomar una decisión, y en cuanto a ello, don Vicente quiso recalcar que "En el fútbol todo es debatible y en las relaciones personales tiene mucho que ver el liderazgo del que encabeza la empresa".

Un entrenador tan exitoso, que en sus inicios se veía como "entrenador formativo" para un largo tiempo porque "no ganaba dinero, pero era feliz", decía un hombre que terminó destacando en una faceta nada fácil, un puesto complicado en el mundo del fútbol , implantando un estilo de juego, una idea, que llevó a España donde nunca antes había llegado.

Por último, quiso dejar unas palabras para las generaciones futuras hablando sobre la "falta de generosidad de los jugadores buenos" cuando éstos son sustituidos, que lo hacen de forma vehemente y abrupta, ya no en la intimidad, también en público "Eso se traslada a los niños. Estamos haciendo de los chavales unos malos deportistas", afirmó.

El exentrenador de la selección española también recordó aquellos "momentos difíciles" que tuvo que afrontar en el combinado nacional "por el envenenamiento" de los partidos entre Real Madrid y el FC Barcelona.

"Los jugadores se veían después en televisión y yo creo que esa es la mejor terapia", apuntó Del Bosque, quien matizó que, sin embargo, no tuvo que "hacer grandes gestos para reconducir aquello".

Una generación maravillosa que lo ganó todo y que hizo cambiar el chip a un país estancado históricamente y que ha abierto los ojos a la competitividad en los torneos continentales de alta exigencia.