El trámite que suponía el encuentro ante Israel sirvió para ver a jugadores que no acostumbran a tener los minutos que por calidad merecen. El más destacado de todos ellos fue el canario Jonathan Viera, quien, en su primer partido con la roja no se amilanó en ningún momento y demostró que no le pesa llevar un número con tanto empaque como el diez a la espalda. 

Sin embargo, el peligro llegó en los primeros minutos de la sociedad de nuevo cuño que formaron Marco Asensio y Monreal, los cuales hicieron suya la banda izquierda por la que campaban a sus anchas y surtían de centros a un desafortunado Aritz Aduriz. Decimos desafortunado porque, aunque luchó como nadie, no consiguió crear real peligro más allá de un remate errado en la segunda parte cuando tenía todo de cara para abrir el marcador.

Si bien España dominaba y no llegaba a sufrir en ningún momento, el juego no era tan combinativo y preciso como nos tienen acostumbrados los de Julen, quien debemos recordar que sigue invicto tras 13 partidos (diez victorias y tres empates). Así se pasaba la media hora sin opciones reales de estrenar el casillero hasta que Sergio Ramos, único jugador en repetir once con respecto al partido contra Albania, decidió conectar un tremendo derechazo que hizo emplearse a fondo al arquero local. Esto pareció sacudir los ánimos de nuestra selección, quienes, en los pies de Pedro, tuvieron el 1-0 justo antes del descanso si no hubiese fallado el mano a mano que su compañero de isla Jonathan Viera, le había servido en bandeja.

Más de lo mismo en el segundo tiempo

Con el inicio de la segunda parte vimos la entrada al campo de Iago Aspas en sustitución del capitán de la roja y el Real Madrid. Con la entrada del gallego se esperaba más mordiente en ataque al pasar a jugar con solo tres defensas y cinco jugadores ofensivos como son Pedro, Asensio, Viera, Aduriz y el propio Aspas. Esta acumulación de talento no dio los dividendos deseados ya que la bola no se movÍa con la velocidad a la que España nos tiene acostumbrados. Eso lo sabia Lopetegui y decidió dar entrada al mejor jugador español del momento. Isco Alarcón hacía acto de presencia con la libertad que el doble pivote formado por Busquets, que se unía hoy al club de jugadores con 100 partidos con la selección nacional, y Asier Illaramendi le ofrecía y comenzó a dar otro ritmo al juego.

En este momento se vieron los mejores minutos de la roja, recordando por momentos a la excelsa primera media hora de partido jugada días atrás contras los albaneses. Jonathan Viera intentó colocar el balón en el palo largo, con un lanzamiento lejano que no se coló en la portería de Harush por poco y Iago Aspas trataba de firmar también un golazo que quedase en el recuerdo con una fallida chilena, que hubiera culminado una gran combinación de los nuestros. 

Sin embargo, el encargado de firmar el gol de la noche no era uno de los muchos jugadores de ataque que había en el terreno de juego. El mediocentro de la Real Sociedad, Asier Illarramendi,enganchó un balón despejado en un corner que convirtió en un sensacional derechazo que hizo inútil la estirada del hasta ahora imbatible Ariel Harush. Con este tanto se hacía justicia al juego desplegado por ambas selecciones, porque, si bien es cierto que no fue el mejor partido de los de Lopetegui, el partido estuvo controlado en todo momento e Israel no dio sensación de poder romper la racha de Lopetegui en ningún momento.

Remota posibilidad para ser cabeza de serie

Una vez certificado el pase como primeros de grupo, evitando así tener que jugar una repesca para ir a Rusia a luchar por el Mundial, aún hay una incógnita por despejar con respecto a la selección española. Esa cuestión no es otra que la posibilidad aún existente de ser cabeza de serie en el sorteo mundialista. Para ello, cuatro selecciones tendrían que fallar en sus próximos compromisos como son Argentina (no puede clasificarse), Bélgica (debe perder ante Chipre), Portugal (no puede quedar primero de grupo), Suiza (no puede ganar a los lusos), Francia (no puede conseguir los tres puntos ante Bielorrusia), Perú (no puede ganar a Colombia) y Chile (debe caer ante Brasil). Si cuatro de estos combinados nacionales "cumple" su deber para con los nuestros, la bola con el nombre de España estará en la copa número uno.