No saltaron, más bien estallaron todas las alarmas del club madridista y aficionados blancos, también los que disfrutaban de la noche de Isco. Málaga era una fiesta nacional porque recibía en La Rosaleda a su hijo pródigo, con la camiseta de 'La Roja'. Lidera a su equipo, el Real Madrid, lidera a su selección, España. El partido amistoso frente a Costa Rica era muy especial para él, pues suponía el regreso como local al estadio y ciudad natal que le vio crecer.

La noche estaba transcurriendo como se esperaba, con Isco deleitando a toda una grada que coreaba sin cesar su nombre. Un lujo para los que compraron la entrada, pues ver a nuestra selección jugar a tal alto nivel es para estar orgulloso. 'Magia' agradecía el cariño y el calor de la hinchada con varios de sus trucos: ruleta por aquí, cañito por allá, un 'pinchisco' u otro 'detallisco'. El repertorio es infinito. 

Sin embargo, un villano quería colarse en su fiesta para aguársela: el defensa central costarricense Kendall Waston. Un tanque de 2 metros y pico que se las tuvo tiesas todo el partido con Sergio Ramos, en cada saque de esquina. Es de esos futbolistas que les gusta repartir, pero no caricias precisamente. 

Para que se aprecie la diferencia, un jugador 'tico' -víctima de varios regates elegantes del propio Isco- se acercó al malagueño para pedirle, entre sonrisas, que dejase su magia ya. De forma simpática, alegre y curiosa. Mejor rendirse al talento que frenarlo a golpes. A Waston le va más la segunda opción.

Con el amistoso decidido -justo antes de ser reemplazado por su entrenador- el defensa se lanzó al césped para cazar a Isco. Salvaje entrada, fuerte y al tobillo. Por si no era suficiente, aún le golpeó en el muslo con la otra pierna. El mago estaba tocado, retorciéndose de dolor. Le pidió el cambio a Lopetegui para no arriesgar. Entró Asensio.

Envuelto en una atronadora ovación abandonó el verde, le aplicaron hielo y después se marchó al vestuario. "Solo es un golpe, nada grave", afirmaba Morata al finalizar el choque. Pero la Federación Española ha comunicado hoy que no viajará a Rusia, sino que regresará a Madrid para recuperarse cuanto antes. 

No ha especificado más sobre su diagnóstico, "serán los servicios médicos de su club quiénes valorarán el tratamiento que debe seguir el jugador", se lee en la nota de prensa. Tiembla el madridismo ante la posible pérdida del mejor futbolista blanco para el derbi del Wanda contra el Atlético, que se disputará el próximo sábado.