Cuando dentro de unos años alguien hable sobre el tipo de jugadores que le hizo a España ganar tantos campeonatos y ser una de las selecciones que mejor fútbol desplegó de la historia, uno de los nombres principales que servirán para ilustrarlo será, sin duda, David Silva. La zurda del futbolista canario atesora una calidad magnífica que le hacer ser uno de los mejores futbolistas de la Premier League en la actualidad.
Pero este último año ha dado incluso un paso más allá. A esa calidad y visión de juego le ha implementado el factor diferencial en este deporte: el gol. Desde hace poco tiempo viene demostrando que ya no es únicamente aquel jugador capaz de filtrar un pase que deje a un compañero delante del portero, sino que es capaz de ser él mismo el que finalice la jugada de manera magistral. Se reparte asistencias y goles para hacerle uno de los centrocampistas más en forma actualmente.
Para comprobar este cambio, basta con aportar un dato: la temporada pasada hizo un total de cuatro goles en la Premier y este año, con tan solo disputada la primera vuelta, ya ha superado esa cifra alcanzando los cinco tantos. Silva está siendo uno de los pilares fundamentales que están haciendo del Manchester City un equipo casi imparable. Es el engranaje encargado de enlazar la construcción de la jugada en el medio campo ‘citizen’ con la delantera. Si este City maravilla al mundo con su fútbol y sus resultados durante esta temporada es por que todos los balones tienen que pasar por las botas del mago canario para llegar al área rival.
Aunque este cambio del canario no ha sido mérito de Guardiola por completo. En la selección española también está jugando el mismo papel. Desde que llegó Lopetegui al cargo de seleccionador, Silva es el máximo goleador de la selección. Tras dejar atrás una mala racha, Julen encontró la fórmula para recuperar el mejor nivel. Juntó jugadores importantes veteranos con savia nueva que venía pisando fuerte. Una mezcla explosiva que ha dado lugar a una selección capaz de golear a equipos como Italia.
Y dentro de esos futbolistas veteranos, David Silva es el que ha dado el paso más importante para erigirse como uno de los líderes de esta España renovada. Ha pasado de ser un posible relevo a ser imprescindible en el equipo. Sin un delantero centro claro, Silva ha sido el máximo goleador español de la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018 anotando cinco goles. Los dos últimos, un doblete ante Costa Rica en un amistoso que le hizo colocarse con 35 goles como el cuarto futbolista con más tantos de la historia de España. Y, muy probablemente, si sigue a este ritmo, en el Mundial podría superar al siguiente en la lista, Fernando Torres, y ponerse en tercer lugar. Tan solo le distan tres goles y parece bastante factible que lo consiga.
Cada vez que viste con la elástica roja y junta en el medio campo con los Iniesta, Isco, Asensio, etc tiemblan las defensas contrarias. La principal diferencia que le hace ser más decisivo aún es, precisamente la anterior comentada, y es que el canario es capaz de romper líneas rivales, entrar en el área sin que nadie pueda verlo y definir como si del delantero centro del equipo se tratase.
Como el buen vino, David Silva va mejorando con los años. Aquel bajito que tenía más calidad que nadie ahora también es un goleador. Un jugador completo que aúna clase y gol. Con estos datos, queda claro que por las botas del jugador canario pasan gran parte de las opciones de los de Lopetegui de poder hacer algo importante este verano en la cita mundialista y de las de Guardiola si quiere dar un golpe encima de la mesa en la Champions League.