Después de los partidos que se han podido ver del Sevilla en Liga, está claro que es un equipo todavía en construcción en muchas zonas del campo. Es difícil compaginar y unir piezas que no se conocen entre ellas, ya que vienen de clubes diferentes y la adaptación tiene sus pasos. Por ello, hay que tener paciencia y sobre todo dar tiempo a los Bacca, Marín, Vítolo, Gameiro, Iborra, etc. Aunque, el alemán Marko Marin es el que con más facilidad se está adaptando al juego del equipo y ya asume galones dentro del vestuario rojiblanco.

Por otro lado, además de que despunten y se aúnen las piezas importantes del ataque sevillista que tarde o temprano lo harán, el Sevilla tiene ahora un problema de planificación importante tras la marcha de Kondogbia y las lesiones de Carriço y Pareja. La llegada de M’Bia viene a matar dos pájaros de un tiro porque el camerunés puede actuar de pivote y de central. Puesto de central que el Sevilla necesita ahora cubrir por un tiempo por las lesiones de los jugadores antes nombrados. Pero, el centrocampista fichado ahora con pasado en el Marsella y procedente del QPR, descendido recientemente, es más pivote defensivo que defensa central.

Por tanto, se manejan más opciones desde la secretaría técnica sevillista para buscar otro central. Algo que sería muy necesario para apuntalar bien esa zona del campo que es donde el equipo está teniendo más carencias en este inicio liguero y en donde se parece demasiado al Sevilla de la temporada pasada que era muy irregular en defensa.

Poco queda para cerrar el mercado de fichajes y el conjunto hispalense debe aligerar sus movimientos con la inteligencia suficiente de saber fichar y saber rentabilizar los refuerzos. Aun así, hay que ser optimistas con este Sevilla porque en el momento que empiece a carburar puede ser un equipo ilusionante que diga cosas importantes en la Liga BBVA.  

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