La historia de amor entre Konoplyanka y el Sevilla FC es efímera, pero intensa. Se conocieron en La Final de Europa League 2014 y desde aquel momento sus caminos quedaron enfrentados.

Que esta relación entre el ucraniano y el club de Nervión fuese oficial y a ojos de todo el planeta fue algo complicado, había otros interesados, que querían bailar con la más guapa de la fiesta, y todo hacía presagiar que esta aceptaría la petición de otros pretendientes más singulares y con mayor poderío económico.

Pero la insistencia y la paciencia del club nervionense, consiguieron que el ucraniano le jurase amor eterno al club de Nervión. Prendado de su fogosidad; de su ambición; de su pasado; de su casta y de su coraje. Konoplyanka, la joven estrella que más se iluminaba en el cielo futbolístico en ese momento, comenzaría su historia con el Sevilla FC.

Para que esta estrella consiguiese brillar con luz propia, el club puso a su disposición todo lo que tenía en su mano, pero todos los esfuerzos no fueron suficientes para hacer que Yevhen explotase en el Sánchez-Pizjuán como el futbolista que es. Una temporada irregular, de la que solo salían a relucir destellos de su magnífico fútbol, hicieron que perdiera su puesto, provocando que en el club se temieran lo peor.

Todo el mundo se imaginaba que la adaptación de Konoplyanka sería ardua y costosa, pero se confiaba en que con tiempo y juego el ucraniano terminaría por adaptarse a las peticiones de, por aquel entonces, cerebro del equipo: Unai Emery.

Un año no bastó, terminó su temporada con más pena que gloria, sabiendo que no logró enamorar al respetable, y sobre todo sabiendo que no logró dar todo lo que tenía en su ser.

Más tarde, el club cambia de cerebro, y nombra a Jorge Sampaoli en sustitución de Unai Emery. Con Jorge todo cambia, Konoplyanka realiza una pretemporada fabulosa, siendo uno de los pilares donde se apoya el equipo, pero a sorpresa de todos, es suplente en los dos primeros encuentros oficiales del Sevilla. Cuando todo señalaba que sería su temporada, Yevhen queda relegado a un lugar secundario, lo que finalmente acaba suponiendo su salida del club.

Konoplyanka abandona el Sevilla FC rumbo a Alemania, concretamente al Schalke 04, buscando un papel protagonista que Nervión no le podía dar. El que parecía un genio se va por la puerta de atrás, dejando solo recuerdos fugaces de su calidad.

Otra estrella abandona Nervión, con la pena de no enamorar a los aficionados, y no solo no enamorarlos, incluso provocando comentarios que lo tachan de sobrevalorado. No más que otro producto del fracaso estrepitoso de una gran expectativa.

Pero, ¿qué ha provocado que Konoplyanka no triunfe en el Sevilla? Todo estaba a su favor, el club invirtió en su adaptación, ¿qué ha podido ocurrir? A juicio de muchos, la razón no es otra que falta de confianza. Una falta de confianza que ha perseguido al ucraniano durante toda su etapa en Nervión. Nadie ha sido capaz de darle minutos, juegue peor o mejor, pero darle minutos, que a fin de cuentas es la única forma de demostrar en esto del fútbol. Son los minutos de juego lo que pone a cada uno en su sitio.

Probablemente, el gran error que se ha cometido con el ucraniano, es no tener paciencia, no haber sido capaz de darle confianza y un papel importante para que su explosión en el Sevilla FC fuese más sencilla.

Tampoco es momento para pensar lo que podría haber sido, lo que podría haber maravillado o lo que podría haber supuesto para el equipo. La realidad no es otra que: Konoplyanka, el fichaje estrella de la pasada temporada ha abandonado el club, dejando paso a una nueva estrella, Samir Nasri.