Cuentan las lenguas antiguas que Sampaoli llegó a la élite por protestar. En sus tiempos como entrenador humilde fue expulsado debido a sus reiteradas quejas. Sintiendo la necesidad imperial de seguir gobernando a su equipo, trepó un árbol para continuar dirigiendo desde las alturas. Un fotógrafo inmortalizó la locura de ese técnico y la publicó en el diario. Ese diario sería leído al día siguiente por el presidente de Newell’s, quien, sorprendido por ese gesto, quiso darle un equipo a Jorge. Y así fue. Desde esa afortunada expulsión, Sampaoli fue poco a poco escalando. Este hecho demuestra que a “el Loco” el corazón le bombea fútbol.

Empapado de clásicos argentinos

Obviamente, a un argentino enamorado del fútbol no hace falta explicarle lo que significa un derbi. Hincha de River, su clásico con Boca Juniors le ha acompañado durante toda su vida, con gritos de éxtasis y felicidad, pero también con lágrimas y humillaciones. También en Argentina se vive el Clásico de Avellaneda entre Independiente y Racing. O como olvidar el Newell’s contra Rosario Central, el clásico rosarino que quedaba más cerca geográficamente de Sampaoli y que seguía de cerca.  En todos esos partidos de altas pulsaciones, el hoy entrenador del Sevilla, se curtió y seguro que hoy lo demostrará.

Más que preparado

El Sevilla – Betis es probablemente el partido de la Liga española con más similitudes a cualquier partido argentino. Las hinchadas cobran suma importancia, Jorge ha declarado que es muy consciente de ello, la temperatura sube por cualquier roce y lo que sucede será la conversación de cada desayuno hasta un nuevo derbi.

Sampaoli es consciente de la vital importancia del partido de esta noche. Todo está calculado al milímetro, y seguro que querrá controlar el partido y hacer gozar a su hinchada, lejos de contentarse con “solo” ganar. Él es un motivador nato, pero esta noche no necesitará mostrar sus dotes. La atmósfera que se va a crear en el Sánchez – Pizjuán bastará. 

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