Si en algo se parecen el Sevilla actual y el de Emery es una constante y absurda manía de no aprovechar las primeras partes. Con el técnico vasco, al equipo le costaba mostrar aspectos positvos antes del descanso. Después de las (milagrosas) charlas de Emery el equipo salía habitualmente nuevo y muy diferente al de los primeros 45 minutos. Buena prueba de ello es la final de la Europa League, donde en el descanso perdía 1-0 con un mal nivel. El desenlace en la reanudación es de sobras conocido.
Con Sampaoli, más de lo mismo
Al técnico argentino se le debe dar tiempo de adaptación al fútbol europeo, y de momento hay aspectos para que la afición rojiblanca se ilusione. Pero el cambio de actitud en las primeras partes no. Al equipo le cuesta encontrarse y pierde 45 preciosos minutos con el típico tanteo. Solo en 1 de los 6 partidos disputados se ha ido con ventaja al descanso (0-1 frente al Eibar). Aunque una característica positiva es la capacidad de reacción ya que el Sevilla es el equipo que más puntos ha conseguido en las segundas partes, con un total de 7 de los 11 que atesora en su casillero. Ante el Espanyol se fue empatando al descanso y tras una segunda parte tan loca como la primera venció por 6-4. Ante Las Palmas perdía 0-1 y en los últimos minutos logró darle un vuelco al marcador con agónicos goles en el 89 y 94. Los últimos dos puntos en la segunda parte fueron ante el Betis, con un extraño remate de Mercado tras exquisita asistencia de Nasri.
Fuera de la lista liguera, pero también se debe mencionar es el reciente partido ante el Olympique de Lyon. Tras una espesa e insulsa primera parte, el cuadro hispalense cuajó una gran segunda mitad, consiguiendo dos puntos que se antojan vitales y dejando una gran y esperanzadora imagen.
Asignatura pendiente: mejorar en las primeras
Entre otros procesos de adaptación el Sevilla necesita afianzarse cuanto antes y empezar a jugar como sabe desde un principio, sin haber de perder tanto tiempo cada partido. Es más una cuestión de confianza y actitud que de juego.