Aquí está el Sevilla FC. El partido que se iba a disputar en el Ramón Sánchez-Pizjuán frente al Atlético de Madrid no era un partido cualquiera, era una auténtica prueba de fuego para los chicos de Sampaoli, era el encuentro que demostraría como de serio era el equipo de Nervión y si realmente podían disputarse los puntos con los más grandes.

El Sevilla hasta entonces no había tenido un partido de alta exigencia, exceptuando el Villarreal y el Athletic. Pero de los tres grandes aún no se había medido con ninguno y no pudo estrenarse mejor.

Todos aquellos detractores de Sampaoli sufrieron, pues de forma imprevista “el profesor” le ganó la partida a una eminencia del tamaño del Cholo Simeone. Le ganó la partida táctica creando superioridades en todos los choques y disputas. El resto lo hicieron los jugadores echando el resto para llevarse el encuentro.

Gran estado de forma

Cierto es que los jugadores comienzan a entender las ideas del argentino Sampaoli, entre ellos destacan dos, por su vistosidad a la hora de jugar y por el rol que aportan al equipo, esos dos futbolistas son Steven Nzonzi y Samir Nasri.

Nzonzi está en un estado de forma inconmensurable, su gol frente al Atlético fue una bonita anécdota, además de dar la victoria a su equipo. Pero lo que realmente aporta es su capacidad para multiplicarse en el mediocampo, el francés está en todos lados, es vital a la hora de destruir juego rival, robando y cortando balones con una facilidad sorprendente. Además, juega la pelota como un auténtico “5” argentino, con un criterio sobresaliente, perdiendo muy pocos balones y arriesgando lo justo y necesario. Seguramente esta seguridad que inspira el Sevilla coincida con el seguro de vida que es Steven Nzonzi en el centro del campo.

El otro es sin duda, Samir Nasri, el franco-tunecino demuestra su calidad cada vez que toca el ruedo, contra el Atlético se le notó un poco más cansado por lo que acometió un juego algo más vertical y con menos desgaste defensivo del que acostumbraba a realizar. Pese a ello, es fundamental en el equipo, dio un balón al poste después de dejar a una de las mejores defensas de Europa en el suelo. Es la batuta del equipo, el que dirige los tiempos, da rapidez al juego o lo ralentiza dependiendo de lo que pida el partido. Es la brújula del Sevilla FC.

No hay que olvidar a los laterales tanto Escudero como Mariano están a niveles nunca vistos anteriormente, de echo sus actuaciones podrían valerles la selección a ambos. Descargan al equipo cuando el juego por el centro se hace imposible, además buscan a Vitolo y a Nasri con gran facilidad, complementándose y llevando a cabo jugadas muy elaboradas. Ambos son dos flechas por las bandas.

Que no pare la fiesta

El partido fue un encuentro muy disputado, la primera mitad estuvo más igualada, el Sevilla gozó de oportunidades, aunque la más clara fue del Atlético en un remate defectuoso de Correa que se quedó solo frente a Rico. En cambio, la segunda fue dominio y control nervionense de principio a final, el Sevilla aportó las ocasiones y aunque los colchoneros de vez en cuando conseguían encerrar a los nervionenses en su campo, era prácticamente un espejismo.

Punto a destacar fue la sonora pitada que se llevó el ex sevillista Kevin Gameiro al ser sustituido por Fernando Torres, quedando patente el descontento de la afición sevillista con el delantero galo y su fichaje por el equipo del Manzanares.

Además de ello destacar el trabajo y empeño de los jardineros nervionenses con Carlos Benegas a la cabeza, que consiguieron que, pese al diluvio caído en Sevilla en la tarde del domingo, el campo se mantuviese en perfecto estado en todo momento, favoreciendo la rapidez y desempeño del juego.

Nervión es alegría, el equipo va en volandas a por el record de Unai Emery de 2013/2014, que no pare la fiesta.