La peña se fundó en 2006 y tuvo sus inicios en un foro de internet. No existía una sede social y de ahí salió el símbolo "@" que se aprecia en su nombre, haciendo referencia a los orígenes de esta. Desde hace 2-3 años, ven los partidos en un local situado en el interior del restaurante Tres Vilas, del barrio de Sants. Cuando no hay partido, el local cierra, y tan solo queda en uso su función de restaurante, pero cuando la escuadra de Nervión pisa el verde, un verdadero clamor de sevillismo inunda el lugar.

Tal y como nos afirmó Joan, su presidente, ellos consideran el Sevilla - Barcelona como su particular Sevilla - Betis, pues al día siguiente, en el trabajo, es el debate que se encontrarán. "Esta clase de partidos los vivimos como uno más, y sin corazones divididos", añadió. 

Son la única Peña sevillista en Barcelona y destacaron su felicidad por ser ese trocito de Sevilla dentro de la ciudad condal para aquellos sevillanos residentes en Catalunya.

El partido

El encuentro empezó intensamente en la peña, optimismo a raudales y una fe ciega en el equipo invadieron la escena. Las idas y venidas de ambos conjuntos propiciaron un ambiente cálido, y el tanto de Vitolo desenfrenó una oleada de alegría colectiva.

La intensidad y las ganas de victoria se mantuvieron hasta el final del choque, pero el empate culé al filo del descanso enmudeció el ambiente. En la media parte, las declaraciones por parte de los peñistas al respecto:

"El equipo de Sampaoli está gustando al sevillismo pero costará aguantar los 90 minutos."

"No he visto a un dominador claro y hemos desaprovechado ocasiones, pero confio en el equipo."

Se reanudó el encuentro y la segunda parte  arrancó. Parecía que el discurso de ambos técnicos no cambiaba, y el partido seguía el mismo son que en el primer periodo. Las esperanzas sevillistas para el choque se truncaron cuando, en el minuto 61, Luis Suárez perforó las mallas del arco de Sergio Rico. La atmosfera del escenario se entristeció.

Pasaban los minutos y el equipo hispalense, pese a tener ocasiones, no pudo reaccionar. Terminó el tiempo reglamentario y sonó el pitido final, Sevilla FC 1-2 FC Barcelona.

En el fútbol, unas veces se gana y otras se pierde, y en la Peña Sevillista @1000km de Nervión eran conscientes de ello. Sevillistas hasta las trancas, apoyaron al conjunto de Nervión en cada instante del partido, y al finalizar este, pusieron un punto y final a la jornada, esperando para que llegue la próxima y poderla vivir todos juntos,  a ser posible, disfrutando de las victorias de su Sevilla.

La bonita historia de Pablo y el viaje a Varsovia

En la peña, tuvimos la oportunidad de conocer a Pablo y su historia. Todo se remonta a la temporada 2014-15, el Sevilla se había clasificado para la final de la UEFA Europa League, que posteriormente ganaría 3-2 al Dnipro, y Pablo no iba a faltar a la cita. 

Desgraciadamente,  mientras se estaba sometiendo a un tratamiento de diálisis,  se le infectó un riñón. Al extirpárselo, se generaron unos nódulos hepáticos que obligaron a que se le tuviera que cortar medio hígado. Fue totalmente impredecible, y con los vuelos y entradas para Varsovia listos, se le presentó una situación crítica. Se pusieron en contacto con él y le propusieron viajar en un autocar de largo recorrido hacia Varsovia. Preso del amor por su club, Pablo aceptó, llevaba 50 grapas en su cuerpo y una malla que le sujetaba el esófago

Tras 4 días de viaje, llegaron a Varsovia. Vivió el partido con una prudencia adecuada pero, después del tanto ganador de Carlos Bacca, enloqueció. Con el título de campeones de Europa bajo el brazo, Pablo encaró los respectivos 4 días de vuelta a casa con alegría y emoción, consciente de la proeza que acababa de realizar.