El Sevilla FC sigue cuidando su particular política de homenajear a grandes jugadores que lo dieron todo con la camiseta sevillista y que su nombre quedará para el recuerdo de la entidad por siempre. Ayer le tocó el turno al "mariscal del área" Antonio Álvarez que le fue entregado el IX Dorsal de Leyenda. Más allá de sus valores deportivos que fueron muchos los que estuvieron presentes en el acto también destacaron su faceta humana.   

El acto comenzó con la presentación por parte de un vídeo donde su familia precisamente valoró este lado humano de Antonio Álvarez que le ayuda a complementar a la carrera futbolística. De la misma forma, también se formó como técnico y uno de sus jugadores, Julien Escudé, quiso estar presente en el acto. 

La trayectoria profesional de Antonio Álvarez aparte del Sevilla abarca otros grandes clubes como el Málaga CF y el Granada CF, cuyos representantes estuvieron y no quisieron dejarle solo. Por parte del club malacitano estuvo Ben Barek, mientras que por el Granada fue Ignacio Cuerva. 

Desde la visión federativa estuvieron presentes tanto la Real Federación Española de Fútbol como la Real Federación Andaluza del mismo deporte y las dos asociaciones aportaron su granito de arena al homenaje. Ángel María Villar le impusó la insignia de oro de la Federación que se entrega a todos los jugadores que han debutado con la selección española, pero que en el caso del sevillista se le da aunque no haya vestido la camiseta de la selección española ya que cuando fue a debutar una lesión le dejó fuera de combate. 

A nivel andaluz, Eduardo Herrera le dio también una insignia de oro de su Federación y manifestó su agradecimiento públicamente por la carrera de Antonio Álvarez. 

Por último, para finalizar el acto se cerró con las intervenciones de José Castro y del homenajeado que agradeció a quienes han hecho posible que tuviera la brillante trayectoria que tuvo. 

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