El ex entrenador del Sevilla FC, Unai Emery compareció ante los medios para hablar en otros temas sobre su etapa en el conjunto de nervión dejando algunos dardos dentro del vestuario sevillista. Uno de los nombres propios fue el del francés Steven Nzonzi donde en unos de los entrenamientos fue apartado por el técnico vasco: "Hace un año lo eché del entrenamiento porque no quería entrenar. Me vino y me dijo que se quería marchar. Y yo le dije: "Tómate tres días de descanso; fuera nadie se enterará. Vente el lunes. Olvídate. Te vas tres días a casa y hablamos".  El talentoso jugador francés no estaba agusto en Sevilla ya que le estaba costando la adaptación. "Volvió el lunes y le dije: ¿Qué?. Y me dice: "¡Sigo!". Luego, después de aquello, a partir de diciembre el jugador dio un rendimiento muy bueno. Este año con Sampaoli es la confirmación. ¡Eso es un proceso!".

Uno de los aspectos por los cuáles destacó Emery fue por el éxito de haber conseguido tres Europa League consecutivas. Destacó sobre todo la conseguida en Turín: "¿Sabes cómo ganamos la primera Europa League? De rebote". Recordando aquel gol conseguido en la vuelta de las semifinales en Mestalla.

Su llegada a la entidad hispalense no fue la esperada ya que se encontró con un vestuario roto y hundido: "Yo llegué al Sevilla en enero de 2013 y era un equipo roto. Los dos capitanes ni se hablaban. Spahic estaba medio loco, Reyes estaba finiquitado. Estaban a mitad de tabla y sumaban dos años sin Europa. Reyes estaba más de jugar al balón que al fútbol y el Betis nos sacaba doce puntos. En esa primera temporada no nos metimos en Europa. Nos clasificamos porque el Rayo y el Málaga no cumplían con los requisitos económicos de la UEFA. ¡Entramos de rebote! Jugamos dos previas y fuimos campeones de la Europa League".

Otros de los temas a destacar fue su época en Valencia y el gen competitivo que consiguió tener el Sevilla: "Con el Valencia nos clasificamos tres veces para la Champions. El Valencia no ha vuelto a hacerlo, pero entonces eso no tenía mérito. En mi último año en Valencia hice un libro: Mentalidad Ganadora. Fíjate si fui valiente. Todos mis detractores en Valencia decían: "¡Pero si no gana nada! Mentalidad ganadora no la tiene el que gana, sino el que siempre busca mejorar. Ahora quiero hacer un segundo libro: Mentalidad Competitiva". A raiz de esa mentalidad competitiva de la que habla en su libro, la implantó en el Sevilla, consiguiendo los resultados: "Yo empecé en el Sevilla jugando con jugadores como Rabello que tocaban muy bien el balón pero no eran competitivos. Los tuve que poner cuatro partidos y ¡No competía! Tenía calidad pero cuando se enfrentaba a rivales un poco mejores no competía".