Michael Krohn-Dehli protagonizó una de las imágenes más escalofriantes de la pasada temporada sevillista. En el enfrentamiento de la Europa League ante el Shakhtar Donetsk, el internacional danés sufrió una grave lesión de rodilla que le mantuvo unos siete meses fuera de los terrenos de juego. Pero toda pesadilla llega a su fin y por fin ha vuelto a entrenar con sus compañeros.

El jugador nervionense fue el protagonista del programa televisivo “A balón parado”, declarando que "cuando vuelva a jugar será como un nuevo debut". Krohn-Dehli al recordar todo lo vivido a raíz de la lesión recalcó que “no sólo fueron difíciles los primeros días, todos fueron difíciles”. Durante todo el programa se vio como Michael estaba muy agredecido a todo el equipo que ha participado en su recuperación, así como al Sevilla FC en general: “Trabajas solamente con el fisio o con tus preparadores físicos. Ellos son muy buenos y te ayudan mucho, pero ahora me siento parte del grupo".

En cada palabra se notaba el deseo de volver a saltar a los terrenos de juego, afirmando que "es muy difícil ver los partidos en casa o en la grada, es mucho peor porque no puedes ayudar y es muy duro". Al ser preguntado por el partido del Lyon y la clasificación a octavos de la Champions League, el jugador danés declaró que estuvo muy nervioso durante el partido y que lo vivió con mucha tensión: “Fue un partido difícil. El Olympique es un equipo muy fuerte. Afortunadamente, creamos nuestras ocasiones y pudimos pasar".

Michael Krohn-Dehli se refirió finalmente a numerosos momentos vividos durante su etapa de recuperación, destacando la final de Basilea como el peor de todos ellos: “No pude viajar, tuve que ver el partido en la cama y sentí sensaciones contrariadas. Por un lado estaba muy feliz por mis compañeros, pero también triste porque todo jugador es feliz jugando".