El encuentro que se vio esta semana fue un tanto entramado, ocho goles en total y con un dinamismo que en la primera parte se tornó, en su mayoría, a favor de los franjirrojos, pero el Oviedo no dudó en la segunda mitad de hacerse con parte del terreno de los locales aunque no le sirviera de mucho.

Una primera parte complicada para los de Fernándo Hierro

El partido en Nervión dio comienzo, en una primera parte que apenas varió en su guión, con un local aguerrido que tenía la posesión del esférico, que causaba peligro a la hora de disparar a puerta y que mostraba una calidad técnica que parecía haber desaparecido en las últimas jornadas. Justamente en frente se encontraba un visitante que lo único que se llevó de esta primera parte fue la satisfacción de que el marcador no hubiera sido más abultado debido a su mal posicionamiento en el terreno de juego y a su poca profundidad en el ataque.

Los primeros minutos fueron del conjunto franjirrojo ya que el disparo de Yan Eteki mismamente en el minuto uno hizo que el Real Oviedo observara que el encuentro no iba a ser tarea sencilla. Efectivamente fue así, en el minuto nueve de partido le hacían un penalti no muy claro al jugador nervionense, Matos, que más tarde pasaría a ser tirado por el reaparecido Ivi, anotando de esta manera el 1-0, posicionando prontamente al Sevilla Atlético por encima.

Tras el tanto no se veía a un Oviedo muy propenso a empatar el partido, la posesión seguía siendo de los de Nervión pero aun así la defensa norteña se mantenía fuerte para de este modo evitar que entreran en ella Marc Gual, Ivi e incluso David Carmona. El conjunto de Diego Martínez conseguía tener a los de Fernando Hierro en vilo tras una falta directa lanzada por el extremo Ivi, que paso rozando el palo izquierdo de la portería de Juan Carlos.

La posesión seguía siendo de los de Nervión pero aun así la defensa norteña se mantenía fuerte para de este modo evitar que entraran en ella Marc Gual, Ivi e incluso Carmona

En el minuto veinticinco de partido se veía como los ovetenses no conseguían profundidad en sus ataques ni tampoco la estabilidad en el centro del campo, ya que muchas pérdidas de balón eran ocasionadas allí. Sin embargo el Sevilla Atlético se mostraba muy enchufado de vuelta de las vacaciones, no dejaba ni un balón por perdido y deba mucha continuidad y dinamismo al juego.

El aumento de los franjirrojos fue tan grande que en el minuto treinta, de sorpresa, subía al marcador el 2-0, causado por un centro raso al corazón del área llevado a cabo por D. Carmona que más tarde tocó con la puntera de la bota Verdés en su intento por despejar, al final dejó a su portero rendido metiendo en su propia puerta el segundo tanto. Tres minutos más tarde los de Oviedo se vieron nuevamente con el agua al cuello tras un fallo en la entrega del balón por parte del guardameta norteño que terminó con un disparo de Pozo que despejó la defensa.

La sorpresa mayor llegó con el tercer tanto en el minuto treinta y nueve de las botas de Fede San Emeterio tras un esplendido centro de Ivi en el que el anotador salió de entre la nada para fulminar el esférico con un zapatazo, sin dejar ninguna opción al portero del Oviedo. Los últimos minutos de la primera mitad fueron a favor de los locales, observando un primer periodo en el que el conjunto de Hierro no consiguió esas llegadas de peligro tan necesarias para al menos no dejar su marcador a cero.

Lluvia de goles entres los dos conjuntos

Pocos minutos faltaron para que se viera como los de Nervión seguían con la misma intensidad con la que se habían ido al vestuario. Pero esto no duró mucho, ya que el partido empezó a volverse algo más interesante debido a que los ovetenses empezaron a jugar con más cabeza y sentido común, las líneas esta vez estaban más juntas y preparadas para la parte ofensiva, los pases acababan siempre en las botas de uno de los jugadores del Oviedo formando de este modo una estructura más predispuesta a marcar al menos un gol.

Se empezó a ver el peligro de los visitantes cuando en el minuto cincuenta y uno se encontró el nueve del Oviedo, Toché, con un mano a mano frente a el guardameta sevillano, disparo que finalmente acabó marchando a las nubes sin tener que intervenir Caro. El delantero ovetense quería anotar su gol y no cesó en su intento, ya que dos minutos más tarde nuevamente tuvo un disparo que acabo siendo interceptado por el portero franjirrojo.

Faltando diez minutos para el cuarenta y cinco los visitantes cada vez crecian más, apagando lentamente la chispa que había prendido los canteranos del Pizjuán al principio del encuentro. En ese momento se observó como ambos equipos estaban en el partido, mientras unos buscaban aumentar más aun el resultado, los otros intentaban marcar ese tanto que llenara el vacío de su marcador a cero.

Conforme trascurría el tiempo el conjunto de Fernando Hierro se asentaban más aun en el campo, encontrándose cada vez más cómodo a la hora de llevar a cabo esas jugadas que en la primera parte le fueron imposible de realizar. Los carbayones no dabna un respiro a los de Diego Martínez obligándoles de este modo a tener que poner una defensa mucho más cerrada que la que se vio en la primera mitad, de este modo evitaron que la presión de los visitantes no fuera eficaz.

El conjunto de Fernando Hierro se asentaban más aun en el campo, encontrándose cada vez más cómodo a la hora de llevar a cabo esas jugadas que en la primera parte le fueron imposible de realizar

En el minuto setenta y seis un penalti pitado a favor del Oviedo le permitió al conjunto norteño subir a su marcador ese gol que tanto necesitaba su equipo, tanto anotado por el jugador que más lo ansiaba, Toché. La alegria no le duraría mucho a los ovetenses, ya que tres minutos más tarde el Sevilla Atlético volvería a marcar otro gol para de este modo demoler a un visitante que se estaba intentando rehacer, el gol salió esta vez de las bota de Carmona.

Pocos minutos más tarde Pozo conseguía poner el 5-1, que terminaba por desesperar a los de Hierro que lo único que buscaban era salir de ese bucle en el que se encontraban. Después de esto Toché, el delantero del Oviedo, no dudó en responder al canterano sevillano anotando el 5-2. El equipo visitante no se da por vencido pese a tener una diferencia un tanto abultada en cuanto a goles. Fue tanto así que en el minuto ochenta y ocho Linares anotó el 5-3 para su conjunto, dándole así más vida a un equipo que estaba jugando mejor con goles en contra que cuando poseía el marcador a cero.

Al terminar el encuentro se vio como el Sevilla Atlético aún se atrevía a adentrarse en el área rival mientras que los de Fernando Hierro no bajaban los brazos, por ello no cesaron en su intento de conseguir un gol más, aunque el ímpetu de uno y de otro conjunto no sirvió de mucho ya que el encuentro finalizó con un 5-3 a favor del conjunto de Nervión.