Tras el empate del FC Barcelona en el mediodía del pasado domingo ante el Real Betis, el Sevilla se frotaba las manos viendo como se le ponía ante sí la posibilidad de ampliar la ventaja con el tercer clasificado. La jornada podía ser redonda en caso de triunfo nervionense ya que además del tropiezo barcelonista, el Atlético de Madrid había pinchado en Mendizorroza firmando un empate ante el Alavés.

Vuelta a la realidad

El Sevilla terminó derrotado en Cornellá y como un jarro de agua fría volvió a la realidad de la Liga. Empezó su encuentro con posibilidades de distanciarse del Barça y meter miedo al Real Madrid y terminó perdiendo una plaza en la clasificación, a cuatro puntos de los blancos que tienen un partido menos y viendo recortada su diferencia respecto al Atlético de Madrid (seis puntos).

¿La última?

La ilusión parece haberse desvanecido un tanto entre los aficionados. La sensación de que no se volverán a ver en otra como esta parece que ha calado en los sevillistas pero aún queda por delante casi toda la segunda vuelta. Lo que sí parece claro es que los andaluces deberán hilar muy fino en cada encuentro si verdaderamente quieren tener opciones de optar al título de Liga.

Teniendo en cuenta el nivel competitivo de Real Madrid y Barcelona y sin tener en cuenta para el título al Atlético de Madrid, parece complicado que los hombres de Zidane o Luis Enrique puedan volver a pinchar. Merengues y Culés aún tienen que enfrentarse entre sí y recibir al Sevilla en el Bernabéu y Nou Camp respectivamente.

Los 86 puntos de Sampaoli

Jorge Sampaoli comentó al término de la primera vuelta que para luchar por la Liga el Sevilla debía estar en unos 86 puntos. De momento la primera oportunidad para acercarse a esa cifra la ha desperdiciado y debe de tomarse cada encuentro como una final si quiere que le sigan teniendo en cuenta para el título.

La sombra de la sospecha

Real Madrid, Barcelona y Sevilla quieren luchar por el título de Liga pero a buen seguro que querrán hacerlo en igualdad de condiciones. El pasado domingo el Barcelona vio como no le concedían un gol claramente legal y horas después los andaluces sufrían una expulsión desproporcionada en el primer minuto del choque. La sospecha sobre los árbitros volvió a posarse y muchos se preguntan aún si esta es la mejor Liga del mundo.