El pasado domingo no fueron muy buenas las noticias que recibió el conjunto sevillista, en ninguno de los sentidos. La ausencia de los Biris en el Ramón Sánchez Pizjuán, alejarse un poco más del líder de la Liga Santander y un empate a cero, eso sí, frente a un rival directo como es el Villareal. Además de todo esto, el jugador sevillista Samir Nasri sumó su quinta tarjeta amarilla, lo que le privaba de poder disputar el siguiente encuentro liguero contra Las Palmas.

Samir fue de lo más destacado del conjunto nervionense, repartió, asistió, llegó siempre con peligro y buscando constantemente el área rival. Solo se le puede reprochar un error, y posiblemente el más trascendental del partido; fallar el penalti cometido sobre Vitolo. Sin embargo el partido deparó otra nota negativa para el conjunto de Jorge Sampaoli; la amarilla recibida por Nasri y que acarreaba sanción por acumulación. Un jugador fundamental en el esquema ofensivo del técnico argentino y que no estaría disponible para el próximo encuentro liguero.

El jugador sevillista se ha convertido en el faro que guía al equipo, ese plus que el conjunto de Sampaoli siempre necesita para llegar a lo máximo, un jugador trascendental que ya ha enamorado al Ramón Sánchez-Pizjuán y que a buen seguro, su falta iba a ser notable en la visita sevillista al estadio canario de la UD Las Palmas. El Sevilla FC sabedor de la importancia de Nasri para el equipo, recurrió la tarjeta recibida por el jugador francés, y Competición decidió finalmente retirar dicha tarjeta, dejando sin efecto la sanción realizada por Undiano Mallenco.