En un duelo entre dos de los grandes equipos de nuestro fútbol, el ambiente se vive distinto. En las horas previas, la ciudad se engalana con los colores de los equipos y las banderas ondean. La emoción crece conforme se acerca la hora señalada, y los corazones se van acelerando. Llega la recta final. Ahora, quien lo haya vivido podrá visualizar en su cabeza, con total naturalidad, los rituales de camino al campo. Cómo las calles principales se llenan de gente y el cielo de un color rojo bengala. Los más fieles escoltarán al autobús en el final del trayecto. En cuanto encaren el túnel de vestuarios, los jugadores se harán conscientes de la importancia del partido. En la grada, miles de personas apretarán gargantas para demostrarlo.

Este Real Madrid-Sevilla podría ser un partido así: emocionante, vibrante e histórico. Pero no parece que vaya a ser el caso. Por un lado, está el Real Madrid. Los de Zidane se juegan el título de LaLiga, empatados a 84 puntos con el Barça y un partido menos. Pero justo este choque coincide con toda la resaca de la clasificación para la final de la Champions. Bueno, quien dice resaca dice duro desgaste tras vérselas con un Atlético de Madrid que los tuvo contra las cuerdas mucho tiempo. Teniendo en cuenta que el miércoles deben ir a Balaídos, no se espera un equipo brillante.

Enfrente estará el Sevilla. Visto cómo viene el equipo de Sampaoli, seguramente preferirían no jugarlo. No es ninguna mentira decir que el equipo se ha caído completamente en el tramo final de la temporada. Concretamente, desde la derrota contra el Leicester. De los últimos 30 puntos, solo han sumado 13, y las victorias han sido dando una imagen cuestionable. Tanto física como anímicamente, del bloque que competía por el liderato de LaLiga no quedan más que retazos. La gran estrella, Samir Nasri, se borró de la eliminatoria europea y, desde entonces, no se le ha visto. Una lesión y varios partidos a un nivel paupérrimo es todo su haber. Se le podrían poner muchas pegas a la gestión del equipo, pero los aficionados solo piensan en una cosa: no salir muy mal parados del Bernabéu.

Pensando en un aspecto puramente futbolístico, el Sevilla es un rival que se amolda bien a las necesidades futbolísticas del Madrid, y viceversa. Por su manera de jugar, son dos equipos que sufren mucho sin balón. Les cuesta defender y reciben muchas ocasiones, aunque también generan mucho. Eso sí, con una diferencia notable: en los últimos partidos, el Sevilla casi no ha tenido balón, mientras que el Real Madrid ha ido creciendo en posesión. La lesión de Bale ha facilitado la entrada de Isco en la titularidad; el malagueño ha hecho que sea casi imposible quitarle el balón a los blancos.

De la pegada madridista casi no hace falta hablar. Es, con diferencia, el equipo más goleador de Europa en todas las competiciones. Así que al técnico argentino le queda la siguiente duda: ¿ir al ataque y arriesgarse a recibir una goleada, o encerrarse atrás y arriesgarse, igualmente, a una goleada? Por los problemas del equipo en todos los aspectos, es muy probable que Sampaoli opte por una defensa de tres centrales para poblar mucho el medio y dificultar la conducción de balón. A partir de ahí, confiar en que Cristiano, Benzema y compañía no tengan su día y Ben Yedder y Vitolo sí. Pero pensar en cualquier cosa que no sea una victoria madridista es casi utópico.

Equipos B

Otra de las claves del partido será quién salga de inicio. Jorge Sampaoli se ha dejado en Sevilla a Rami, Escudero, Iborra y Nasri por decisión técnica. Tampoco viajan Ganso, con molestias en los isquiotibiales, ni Sarabia, que vio la quinta amarilla contra la Real Sociedad. En su puesto entran los canteranos Diego González y Mena. El primero no jugó ni un minuto el viernes contra el Getafe, mientras que el segundo es capitán del División de Honor. Con tantas ausencias, se abre el camino para que vuelva Krohn-Dehli, y también podrían tener minutos Kranevitter o Montoya.

Zidane tiene a todos sus jugadores, salvo Bale y Pepe, a disposición. En principio, eso podría hacer más fácil adivinar el once titular, pero nada más lejos de la realidad con el francés. Siguiendo su coherente política en los últimos meses, lo normal sería que diera entrada a Morata, Lucas Vázquez, James y Marco Asensio. Sin embargo, todo dependerá de cómo enfoque el tramo final de Liga, donde tendrá que jugar tres partidos en una semana. Tras el Bernabéu, tendrá dos salidas seguidas a Vigo y Málaga, por ese orden. Lo normal sería que, de hacer rotaciones, aprovechara el partido de casa.

Un partido muy visto

En la última década, con el ascenso meteórico del Sevilla tanto en LaLiga como en Europa, ha habido muchos partidos, y muy importantes. Posiblemente, el que los aficionados hispalenses recuerdan con más cariño es el de la Supercopa de España 2007. La ida se disputó en el Sánchez Pizjuán, donde ganó el Sevilla 1-0, con gol de Luis Fabiano desde el punto de penalti. Fue un partido complicado para el Madrid, con unos rojiblancos que apretaron muy arriba en todo momento. 

Pero el éxtasis llegó en la vuelta. El madridismo se había conjurado durante toda la semana para remontar la final. Que un equipo de su talla remonte un 1-0 en casa parece relativamente sencillo, pero enfrente había un hombre que no opinaba lo mismo. Se había perdido el partido de ida por unas molestias, pero compensó en la vuelta. De nombre Frédêdric y de apellido Kanouté. Hizo un partido espectacular anotando tres de los cinco goles hispalenses, impidiendo que el Madrid pudiera adelantarse en algún momento en el partido. Una noche de éxtasis que terminó con Chamartín colonizada por conquistadores sevillanos.

Regresando a la actualidad, este partido ya se ha vivido en versión triple. Además, coincidió en muy poco tiempo. Los dos primeros corresponden a los octavos de final de la Copa del Rey. Seguramente, fue la primera decepción de Sampaoli en el banquillo del Sevilla. No solo por perder de forma contundente en la eliminatoria, algo que entraba dentro de lo normal por ser el Real Madrid. Pero se le criticó la forma en la que el equipo compitió ambos partidos, porque realmente no compitió. El Sevilla fue un equipo sin alma que se entregó de rodillas a su rival y le permitió hacer lo que quisiera.

El último precedente es de la última vez que se cruzaron en LaLiga. Fue el pasado 15 de enero, recién terminadas las navidades. El Sevilla se lo debía a su gente después del fiasco de la Copa, y cumplió. Sufriendo como pocas veces han sufrido, pero cumplió. Al minuto 85, el Real Madrid ganaba por 0-1 gracias a un gol de Cristiano de penalti. Pero Ramos dio el primer paso hacia la remontada metiéndose un gol en propia puerta. Seis minutos después, en tiempo de descuento, Jovetic remató desde la frontal y superó con potencia a Keylor Navas. Así, en el minuto 91, como tantas veces ha ganado el Real Madrid esta temporada, esta vez era el Sevilla quien le quitaba los tres puntos.

Zidane: “Nos quedan tres finales para ganar”

En rueda de prensa, el Zinedine Zidane apeló a la importancia de ganar todo lo que queda para ser campeones. Además, será el último partido de la temporada en el Santiago Bernabéu; por eso, se entiende que el francés apele a la importancia de su público: “Se merecen todo, y sé que van a estar con nosotros hasta el último minuto”. Además, será una oportunidad para los aficionados madridistas de alentar a los suyos antes de la final de Cardiff. Sobre la Champions, Zidane dice que “lo hecho hasta ahora es increíble”: “Estamos en la final y dependemos de nosotros mismos para ganar LaLiga. Nos quedan tres finales de Liga, y vamos a intentar ganar la primera mañana”.

Lo que sí confirmó es la ausencia de Pepe “porque se resiente de sus molestias en las costillas” y no quiere forzarlo. Sí aprovechó la ocasión para alabar la trayectoria de un jugador que, posiblemente, haya jugado sus últimos partidos en el coliseo blanco: “Ha hecho cosas fantásticas en estos diez años. No sé qué va a pasar el próximo año”.

Sampaoli: “No hay mayor estímulo que la camiseta del Sevilla”

El técnico del Sevilla, Jorge Sampaoli, se ha mostrado muy ilusionado de cara a la última gran prueba de la temporada. El argentino sigue soñando con el tercer puesto, y “todo lo que matemáticamente dé la oportunidad de soñar”. Y añadió que “siempre es ilusionante el hecho de tratar de cambiar la historia,”, hablando de tratar de buscar “la posibilidad de ganar o empatar para lograr la clasificación buscada”.

Del rival, alabó lo difícil que es ganar al Real Madrid: “Sería muy lindo para todos sabiendo que nos estamos midiendo ante un equipo que nos motiva. No lo imagino, pero sería algo soñado ganar en un sitio en el que el Madrid parece inexpugnable”. Sobre una posible prima a terceros, Sampaoli dijo que no les ha llamado nadie para estimularlos, pero que “no hay mayor estímulo que la camiseta del Sevilla”. Sobre las bajas, comentó que “Rami se resintió, e Iborra, Mariano y Escudero no están al cien por cien y no van a jugar”.

Posibles alineaciones

VAVEL Logo
Sobre el autor
Juan Marín
Las personas lo suficientemente locas para creer que pueden cambiar el mundo son las que realmente lo hacen.