El final de La Liga Santander ya está aquí, y qué mejor manera de acabar este campeonato que con una victoria. Esto mismo pensarán tanto Sevilla como Osasuna, que medirán sus fuerzas para demostrar que, aunque ya no se juegan nada, seguirán dando el 100%.

Los precedentes a este choque nos indican que el físico será el factor predominante, y este marcará la diferencia durante los noventa minutos. Eso beneficiará al equipo de Jorge Sampaoli, el cual basa su juego en la presión alta y transiciones rápidas una vez que consiguen recuperar el esférico mediante la superioridad en ambos carriles.

El técnico argentino deberá lidiar con las múltiples bajas que azotan al Sevilla FC en este tramo final de temporada, por lo que le será muy complicado elaborar un once competitivo. Sampaoli ha convocado a varios jugadores del filial sevillista aprovechando el gran nivel del filial durante el año de su regreso a la división de plata.

El conjunto de nervión no se juega nada a estas alturas, y su objetivo será darle algo que celebrar a una afición que, pese a estar siempre apoyando a los suyos, no han podido disfrutar de una temporada triunfante.

Enfrente tendrán a un Osasuna que, con Petar Vasilejvic al frente, intentará conquistar tierras andaluzas con su particular 5-3-2 partiendo de la solidez defensiva como principal opción para sumar puntos. Cabe destacar la gran importancia en este sistema de Clerc y Álex Belenguer, dos laterales reconvertidos en carrileros que permiten a su equipo mantener el balón en su posesión (algo que les cuesta y mucho) gracias a la superiodad generada en el centro del campo. 

Su juego ofensivo depende de dos jugadores: Sergio León y Oriol Riera. El andaluz ha vuelto a encontrarse con el gol y es un futbolista capaz de generar por sí mismo las ocasiones. Sin duda, Sergio demuestra que el gran nivel que mostró la pasada campaña con el Elche no fue fruto de la casualidad.

Los locales parten, evidentemente, como claros favoritos pero no deben confiarse. Precisamente, en este tipos de partidos es donde acaba saltando la sorpresa.