El pasado sábado, 14 de octubre, el Sevilla FC se enfrentó en un duro partido al Athletic Club de Bilbao. En la primera parte el partido fue muy atractivo, con ofensivas por ambas partes, pero quien obtuvo el premio del gol fueron los vascos. La segunda parte se envolvió de una atmósfera menos agradable, que no premiaba al fútbol de toque, donde se perdió muchísimo tiempo de juego, y siguió así hasta el final del encuentro donde ninguno de los equipos no demostró demasiado. El tanto de Mikel Vesga deja los tres puntos en San Mamés y obliga al Sevilla de Berizzo a volverse de vacío, perdiendo la segunda plaza y pudiendo bajar dos puestos más si Valencia y Atlético de Madrid ganan en sus respectivos compromisos de la octava jornada (Betis y Barça, respectivamente).

Partido competido

Durante la primera parte del encuentro el Sevilla ha estado muy superior pese al juego agresivo que presentó el equipo bilbaíno, por el cual el colegiado sancionó en repetidas ocasiones al club vasco acumulando tres tarjetas amarillas en los primeros 45 minutos del partido. Las ocasiones fueron más numerosas para el equipo nervionense, la más clara la tuvo Wissam Ben Yedder, tras un gran pase de Franco Vázquez.

A poco más de los primeros 20 minutos Eduardo Berizzo tuvo que realizar el primer cambio del encuentro, sustituyendo al lesionado N’Zonzi por Michael Krohn-Dehli, que refrescó el juego del centro del campo sevillista y fue fundamental para el desarrollo de las posteriores ocasiones.

Pero toda la dinámica ofensiva del Sevilla se vio truncada tras el tanto del Athletic Club de Bilbao, en una borrosa jugada que tras un primer rebote Mikel Vesga se encuentra solo frente a Sergio Rico, que salió tarde a cubrir el balón, colocó el balón por encima del guardameta, y dentro ya de la línea de gol Aduriz remató este balón, siendo entonces tanto para el centrocampista Mikel Vesga que estrenaba el marcador del Nuevo San Mamés.

Poco más desde el tanto hasta el intermedio, aunque se especuló sobre una posible mano de Corchia dentro del área sevillista, que el árbitro no señalizo como pena máxima.

Antifútbol

La segunda mitad del encuentro fue un paradigma muy distinto al de los primeros 45 minutos, la presión alta del club de los jugadores de Ziganda imposibilitaron la salida del balón por parte de los jugadores de la entidad sevillista.

El partido cada vez se tornó a un aspecto más tosco, Iglesias Villanueva perdió los papeles, fue permisivo ante el juego emborronado donde se acumulaban las pérdidas de tiempo, con jugadores tumbados en el terreno de juego, con la aparición constante de un segundo balón en el terreno de juego, y con indignación y protesta por parte de ambos equipos que repercutieron en una perdida constante de tiempo de juego.

Los onces de Nervión no crearon ocasiones claras de gol en la segunda mitad del encuentro, y a excepción de actuaciones individuales no hubo un trabajo en equipo suficiente y necesario para darle la vuelta al encuentro que a cada minuto se le ponía un poco más cuesta abajo.

En ambas entidades se apreciaba una actitud de ansiedad con respecto al partido, y en los últimos enfrentamientos del partido se apreció actuaciones embarazosas con algún altercado entre jugadores, y con protestas que más de unas de ellas fueron sancionas por parte del colegiado gallego cuando ya había señalado el final del encuentro. Kjaer tuvo que abandonar el terreno de juego cojeando con ayuda de la asistencia médica y sus compañeros tras finalizar el partido debido a la última jugada del partido, en una contra del Athletic de Bilbao que pisó mal el césped doblando su rodilla y provocándole graves molestias. 

VAVEL Logo
Sobre el autor
Maria Lozano
Estudiante de periodismo de la Universidad de Sevilla