La dura derrota del Sevilla ante el Spartak de Moscú fue sin duda el resultado más sorprendente de la tercera jornada de la fase de grupos de la UEFA Champions League. Los nervionenses no realizaron un mal primer tiempo e incluso lograron igualar un marcador adverso, pero la cosa se revirtió de una forma sorprendente en los segundos cuarenta y cinco minutos con cuatro tantos encajados en poco más de media hora.

Berizzo llegaba a la rueda de prensa posterior al encuentro para tratar de buscar explicaciones a tal decepcionante marcador. El argentino no vio una diferencia tan clara sobre el terreno de juego y redujo todo a los fallos cometidos en campo propio: "Creo que hasta la jugada de Ben Yedder que podría haber sido el 2-1 para nosotros, el partido fue muy bien jugado. Y a partir de ahí todo error que cometimos defensivamente lo pagamos con goles en contra". El ex del Celta aseguró que "si en el minuto 20 nos dijeran que el resultado iba a ser éste, no lo hubiéramos creído". De cualquier forma, es un duro golpe que hay que "afrontar con valentía, sabiendo que en el fútbol noches como ésta pueden suceder, pero después tiene que existir una reacción. Evidentemente no lo esperábamos y creo que es un castigo demasiado duro, pero hay que levantarse e imponernos a este rival en Sevilla".

"La distancia cada vez que nos marcaban nos golpeaba y nos quedamos sin capacidad de reacción"

El entrenador habló de "errores puntuales" que originaron las opciones de gol del Spartak a lo largo de la segunda mitad, advirtiendo que "la segunda parte fueron contras, pérdidas y avanzaron en el campo y definieron, no es que nos dominaran ni funcionáramos mal defensivamente". La clave para Berizzo estuvo en la "fragilidad individual en el uno contra uno que permitió la aparición de sus mediocampistas y sus tiros". Finalmente, la efectividad del conjunto ruso fue inapelable y decisiva, unas heridas que su equipo no fue capaz de cerrar: "Todas las que tuvieron las metieron, y dimos la sensación de jugar hasta el minuto 60 un partido y luego se nos volvió en contra. La distancia cada vez que nos marcaban nos golpeaba y nos quedamos sin capacidad de reacción. Desde luego, todos los errores los pagamos muy caros".

El técnico sevillista descartó por completo que hubiese problemas de concentración y de intensidad: "No creo que la explicación del resultado esté en la actitud. El equipo cada vez que se iba hacia delante se encontró con un contraataque, un mazazo tras otro. El partido fue uno y al principio y en los últimos 25 minutos fue otro y ahí se nos escapó de las manos". Berizzo se señala así mismo como "entrenador y el responsable de cómo juega el equipo", en lugar de dirigir el foco de las críticas hacia nadie más.

Ya solo queda pensar en los siguientes partidos y devolver la fe en la Champions para la visita de los rusos al Pizjuán dentro de dos semanas: "El fútbol a veces te golpea de esta manera con una derrota así pero en 15 días cuando volvamos a enfrentarnos hay que levantar la cabeza, asumir el golpe y afrontar el partido de vuelta con la necesidad de vencerlos, que claro que podemos".