El Sevilla FC tiene este martes (20:45 horas) una auténtica final de cara a sus aspiraciones en la UEFA Champions League. Un triunfo ante el Liverpool supondría el pase matemático a los octavos de final del torneo, primer y básico objetivo para igualar lo logrado el pasado curso. El equipo inglés llega líder con ocho puntos, solo uno más que el conjunto nervionense, y dado que lo más probable es que el Spartak (cinco puntos) gane al Maribor, la única forma que tiene el equipo de Berizzo de depender de sí mismo es sumar de tres este martes, en el último envite de la fase de grupos en el Sánchez-Pizjuán.

Jürgen Klopp llegará a la capital andaluza acompañado de futbolistas de mucho nivel, como Mohamed Salah, actual máximo goleador de la Premier League con nueve tantos, y también el lateral zurdo, ex sevillista, Alberto Moreno. Sin embargo, su principal estrella emerge en el centro del campo, donde el brasileño Philippe Coutinho, de solo 25 años, ejerce como capitán general. El medio, que sonó este verano como refuerzo para el FC Barcelona, será el principal rival a tener en cuenta para el Sevilla en el próximo encuentro.

Así es Coutinho

Regate, inteligencia y visión de juego caracterizan el fútbol de Coutinho

Criado en la cantera del Vasco da Gama, Philippe Coutinho cumple con el prototipo perfecto de futbolista brasileño. Eléctrico, descarado y con una gran habilidad en el uno contra uno, el de Río de Janeiro es un jugador difícil de frenar en la conducción y muy hábil en el regate. Su calidad en la pierna derecha es indiscutible y aunque no es un goleador nato, acostumbra también a realizar registros anotadores notables. Posicionalmente, comenzó como mediapunta, aunque está habituado a la posición de interior en el esquema de Klopp, donde se siente muy a gusto gracias a su fantástica visión de juego. Un aspecto a mejorar, quizás, sea la regularidad en los partidos.

El carioca dio su salto al fútbol europeo en la temporada 2010/11, merced al pago de casi cuatro millones a su club de origen por parte del Inter de Milán. Llegaba a la Serie A con el cartel de una de las grandes promesas del fútbol brasileño y de hecho tuvo un comienzo prometedor, pero la falta de regularidad y de minutos le obligó a marchar cedido al RCD Espanyol una temporada y media después. En la Ciudad Condal lograría recuperar su esencia y en solo media campaña disputó todos los minutos de los que no disfrutaba en Italia (1178), con cinco tantos anotados y una asistencia. No le valió, sin embargo, para triunfar en el Giuseppe Meazza y en el mercado de invierno de la temporada 2012/13 era traspasado al Liverpool por 13 millones, que tras más de cuatro campañas después han sido rentabilizados con una gran participación desde su llegada. Así, como jugador red ya está cerca de los 200 encuentros, con 47 goles y 41 tantos en su haber.

El complemento perfecto al tridente

Desde luego, con Coutinho en el campo la medular de Klopp no está exenta de calidad, pero no solo el brasileño debe preocupar al conjunto sevillista. Por delante del carioca forma un tridente temible, que combina eficacia, velocidad, desborde y, por supuesto, mucho gol. Quizá su hombre más destacado en estos momentos es el egipcio Mohamed Salah, que junto con el propio Coutinho fustigó al Southampton en Anfield este pasado fin de semana (3-0, con un gol del ex interista y doblete del africano), y con nueve dianas es el máximo artillero de la Premier por delante, de momento, de los Agüero, Lukaku, Morata, Kane y compañía. Los otros dos miembros del tridente, Sadio Mané y Roberto Firmino, le siguen con tres tantos cada uno, los mismos que precisamente lleva Philippe Coutinho.