El Sevilla del año 2017 ha dejado muchas historias que contar. Desde su candidatura al título a la decepcionante eliminación de Champions League contra el Leicester; desde Sampaoli a Berizzo; desde Monchi a Arias; desde Jovetic a Muriel... un año intenso que marca un cambio de ciclo con la llegada de nuevos rostros en el club, pero con la vitola de volver a seguir cosechando triunfos.

Empezó como una flecha

El Sevilla de Sampaoli empezó el año acaparando las portadas con su candidatura al título de liga luchando con el Real Madrid y Barcelona. A pesar de su eliminación en octavos de final de la Copa del Rey ante el Real Madrid de los récords, la imagen del Sevilla seguía siendo de equipo ganador, que no rinde hasta el último minuto y que su gran capacidad de reacción le daba muchos puntos.

La ambición del club seguía en su cauce con fichajes invernales como el de Jovetic y Lenglet, que acabaron siendo piezas importantes en la segunda parte del campeonato. Su victoria en Anoeta ante la Real Sociedad con hat-trick de Ben Yedder por 0-4 confirmaba el gran estado de este equipo que lo agrandó al ganarle al Real Madrid en liga siendo el primer equipo que es capaz de derrotar al conjunto blanco tras 40 partidos sin poder hacerlo, y todo eso de forma épica, al marcar Jovetic en el minuto 92 del partido. Las victorias seguían y el equipo firmó la mejor primera vuelta de la historia del club con 42 puntos, y en el segundo lugar, las ilusiones se perpetraban con los de Sampaoli.

Uno de los mejores momentos de la temporada fue la remontada en el derbi. Foto: VAVEL.

De vuelta a la tierra

Pero en una plantilla con un presupuesto bastante más bajo que los grandes de la liga, el bajón era algo que tenía que llegar tarde o temprano, quizás en el peor momento de la temporada. Tras ganar en el derbi con otra remontada de los de Sampaoli, el Sevilla cosechó una serie de partidos sin ganar que lo delegó al cuarto puesto, estando a nueve puntos de distancia al Atlético de Madrid, pero la acumulación de partidos en este lance de la temporada hicieron provocar un bajón de juego y rendimiento en este plantel. Más dolorosa fue la eliminación en octavos de final de Champions League ante el Leicester, eliminatoria en el que el club de Nervión era, a priori el favorito, y dónde el Sevilla comenzó bien ganando 2-1 en el Pizjuán con dos balones al palo, pero fueron remontados en el King Power Stadium por 2-0 con una actuación nefasta de varios jugadores como Nasri, que fue el principal señalado de la derrota del equipo y cuyo rendimiento fue de disminuyendo acabando la liga prácticamente sin jugar ningún partido.

Y no sólo en el terreno futbolístico había malas noticias. En mitad de la temporada, el director deportivo Monchi anunció la salida del club tras casi 20 años en el cargo. Su cansancio y sus ganas de comenzar un nuevo proyecto cambiando de aires acabaron con una magnífica carrera en la política de fichajes cediendo su cargo a su hombre de más confianza, Óscar Arias.

Ante tanta negatividad, al Sevilla le costó reponerse de la debacle en una temporada que prometía ser histórica. Con sólo cuatro victorias en los últimos 14 partidos, el Sevilla acabó cuarto en liga con la posibilidad de jugar la fase de grupos de la Champions League con una eliminatoria previa de por medio. Un premio suculento pero con la sensación de haber podido obtener más. Aún así, jugadores como Lenglet, N'Zonzi, Ben Yedder y Sarabia despuntaron en el equipo y tuvieron gran protagonismo dentro del terreno de juego siendo ellos los que obtuvieron las mejores críticas por parte de la afición. Sin olvidar de la tercera participación de manera consecutiva del Sevilla en la Champions League, todo un logro viendo la historia del club.

Sampaoli hizo un buen papel en su única temporada en el Sevilla. Foto: VAVEL.

Después de la calma llega la tempestad

El final de la temporada 2016-2017 para el Sevilla estuvo marcada por la clasificación para la fase previa  de la UEFA Champions League, después de haberse pasado casi todo el año en puestos Champions. Aunque esta clasificación se produjo debido a que uno de los rivales de los hispalenses, el Villarreal, no consiguió  meter presión a los de Nervión al fallar también en encuentros clave. Esta clasificación se produjo en la jornada 37 debido al pinchazo del Villarreal frente al Depor que no paso del empate, y de esa forma el equipo entrenado por Sampaoli consiguió el objetivo por lo que habían fichado al entrenador argentino.

Una vez terminada la campaña, eliminado en octavos de final de Champions por el Leicester y también eliminados en Copa del Rey frente al Real Madrid, se produjo un terremoto en las oficinas de Nervión. Para empezar se produjo la salida  de Monchi, anunciada antes de que acabara la temporada, del que había sido unos de los artífices del crecimiento del equipo andaluz en los últimos años. Ya el  verano anterior estuvo a punto de producirse su  salida, pero además de este estandarte del club, hay que sumarle la marcha de Sampaoli ,quien tenía contrato en vigor, a la selección argentina, y la llegada de un nuevo directo deportivo, Óscar Arias, a la entidad hispalense, un hombre de la casa pues ya fue jugador rojiblanco.

El verano dio para mucho en Nervión en lo que a nombres propios se refiere: Jesús Navas, Muriel, Vitolo, N´Zonzi...

El verano se presentaba muy movido en las oficinas de Nervión una vez oficializada la marcha de Sampaoli, previo pago de su clausula. Poco después concretó la llegada de Eduardo Berizzo al banquillo después de haber estado en las últimas temporadas en el Celta rindiendo a un gran nivel, llegando justo después de alcanzar las semifinales de la Europa League con el equipo celeste. Con la llegada del nuevo entrenador y director deportivo se empezó a trabajar en el nuevo proyecto y empezaron a llegar caras nuevas: regresó Banega después de un año infructuoso en Italia, pero lo más destacado fue el regreso del hijo prodigo, Jesús Navas, el fichaje del ex del Barça (entre otros) Nolito o el fichaje más caro en la historia del Sevilla Muriel, por el que se pagaron 20 millones. También hubo bajas, pero ninguna tan dolorosa como la de Vitolo: tras decir horas antes el presidente que iba a ser renovado en cuestión de días , al día siguiente el canario firmó por el Atlético de Madrid con parada en Las Palmas hasta enero, lo cual no sentó muy bien a la afición sevillista.

El culebrón Vitolo, uno de los grandes azotes del verano | Foto: Fran Santiago
El culebrón Vitolo, uno de los grandes azotes del verano | Foto: Fran Santiago

Se produjo el regreso de Banega, tras su breve paso por el Inter, y la incorporación de Pizarro. Pero además el francés N`Zonzi ,uno de los más destacados la temporada anterior, se quedaba en el conjunto sevillista tras un largo culebrón con ofertas de grandes clubes europeos, que finalmente fueron rechazadas. A priori la plantilla era amplia y de gran calidad para disputar tres competiciones y aspirar, por qué no, a luchar por las primeras plazas del campeonato liguero.

El gran reto del equipo sevillista era pasar la ronda previa de la UEFA Champions League frente al Istanbul Basaksehir de Turquía donde el equipo ya entrenador por Berizzo sufrió para eliminarlos. En la ida ganó el equipo hispalense por 1-2 y en la vuelta 2-2 con suspense ya que en la última jugada del partido el equipo turco estrelló un balón en el larguero, pero al final se cumplió el objetivo y el equipo andaluz se clasificó para la fase de grupos de la Champions League. En la Liga empezaron empatando a un gol frente al Espanyol en el estreno en casa y ganando por la mínima al Getafe 0-1 en el siempre y difícil Coliseum Alfonso Pérez.

Ben Yedder comenzó a golear ya desde la ronda previa de Champions | Foto: Fran Santiago (VAVEL)
Ben Yedder comenzó a golear ya desde la ronda previa de Champions | Foto: Fran Santiago (VAVEL)

De la ilusión a la deseperación

Tras el tradicional parón por selecciones de principios de septiembre, llegó el partido en casa contra el Eibar. Quizá, el partido más cómodo para los locales junto al del Maribor (3-0). El partido se resolvió con un 3-0 (Ganso, Ben Yedder y Nolito) donde todos los goles cayeron en la segunda mitad tras una primera donde los locales dispusieron de innumerables ocasiones, pero no consiguieron ver puerta hasta después del descanso. Cuatro días más tarde viajaría hasta Liverpool para estrenarse en una nueva edición de la Champions League donde empataría a dos gracias al poco acierto de los locales. Jugaría un partido más de Champions este mes en la mencionada victoria en casa ante los eslovenos. En la competición doméstica ganaría fuera de casa al Girona (0-1) y en casa a Las Palmas (1-0), en la vuelta de Vitolo a la que fue su casa, y al Málaga (2-0). El primer gran chasco para la afición sería un 2-0 en el estrenado Wanda Metropolitano donde el Sevilla dio una fea imagen.

Octubre fue un mes negro para el Sevilla con las goleadas en Moscú y Valencia

En octubre se inició la primera gran crisis del nuevo Sevilla de Berizzo. La primera piedra fue el Athletic en Bilbao. El dominio sevillista en la primera parte fue inútil y un gol de Vesga en el 43´dio el triunfo en los locales, ya que en la segunda mitad los hispalenses no intentaron siquiera crear peligro. Pero lo peor sucedería en tan solo cuatro días. Un 5-1 en Moscú ante el Spartak y un 4-0 en Mestalla dejaron en evidencia la endeblez del equipo ante rivales de nivel. Tres derrotas que sentaron muy mal en la afición, no solo por lo abultado de los resultados, sino que también por el pobre rendimiento de los jugadores. Una victoria en Cartagena (0-3) y en casa ante el Leganés (2-1) calmaban algo los ánimos.

Hasta tres goleadas sufrió el Sevilla. En la imagen el primer gol del Madrid al Sevilla / Foto: VAVEL
Hasta tres goleadas sufrió el Sevilla. En la imagen el primer gol del Madrid al Sevilla / Foto: VAVEL

Noviembre fue el mejor mes. Una única derrota ante el Barcelona en el Camp Nou por 2-1, llegando a estar empatado el partido durante unos minutos, fue el resultado más negativo que sacaría el Sevilla en este mes. Porque las peores sensaciones fueron en el partido en casa ante el Liverpool (3-3) y el partido en el Madrigal (2-3). Si bien es cierto que el partido en Barcelona no fue un buen partido del equipo, sí lo fue el resultado, a diferencia de la desastrosa primera parte ante los reds donde el Sevilla no dio señales de vida hasta el polémico cambio de N´Zonzi en el descanso. La imagen se repetiría cinco días más tarde en Villareal cuando la pegada del Sevilla consiguió darle la vuelta a un contundente 2-0 que era más dañino si se veía el no juego del equipo. Los demás partidos se contaron por victoria ante Spartak (2-1), Celta (2-1) y Cartagena (4-0).

El último mes del año fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de la afición y directiva con Berizzo. Una única victoria ante el Dépor (2-0) en casa para abrir el mes fue la única noticia positiva. Le siguió el partido en Eslovenia donde sacó un punto gracias a un gol de Ganso después de otro partido soporífero del Sevilla. Lo mejor fue la clasificación para octavos de Champions que finiquitó el Liverpool gracias a su goleada ante los rusos. En el Bernabéu se volvió a ver otro bochornoso partido de los andaluces. Un parte sin hacer nada y donde el Madrid logró meter cinco goles con suma facilidad. Tras el descanso el Sevilla salió a encerrarse atrás para no recibir más goles, pero ni eso hicieron bien y los blancos no agrandaron la diferencia de goles porque no se lo propusieron. Un empate en casa ante el Levante con una gran pitada tras el encuentro y la derrota en San Sebastián fueron la puntilla definitiva. Dos días después del último partido el Sevilla confirmaba la destitución del argentino.

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Foto: SFC
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Colaboraron en este trabajo: Miguel Guerrero, María Matito, Cristina Ramos, Alberto Romero, Víctor Sánchez, Antonio Jesús Torres, Jesús Cepero, Ángel López, Pablo Sánchez y Pedro Carmona. El resumen general del año fue colaboración conjunta de Víctor Sánchez, Pedro Carmona y Alberto Romero.