El 1 de julio de 2016 el Sevilla FC anunciaba la contratación de Pablo Sarabia García (Madrid, 11/05/1992). Su fichaje costó unos 400.000€. Su bajo precio tenía que ver por el descenso del Getafe a la Segunda División. El madrileño era un jugador que se adaptaba a la filosofía de compra del club: jugador joven con un prometedor futuro y ganas de comerse el mundo.

Sin hacer apenas ruido aterrizó en la capital hispalense. Sampaoli al principio le dio bastantes minutos, pero según arrancó la temporada volvió al banquillo. Aunque esto no duraría en exceso y se acabaría haciendo un hueco en el once inicial partido tras partido. Sus números en su primera temporada fueron bastante buenos: 11 goles y 13 asistencias en 2.809 minutos repartidos en 46 partidos. Participó en un gol del equipo cada 117 minutos.

Pequeño bache con Berizzo

Tras su prometedora primera campaña, se esperaba que Pablo siguiese a ese nivel e incluso mejorara esos números. Pero la etapa de Berizzo en el banquillo del equipo sevillano no contribuyó para que él demostrara su valía. En general, con el técnico argentino todos los jugadores dieron un pobre nivel. Las únicas excepciones se dieron con Banega y Ben Yedder que fueron quienes sostuvieron al equipo.

Con Berizzo sumó tres goles y asistencias menos que la temporada anterior

Con el Toto al mando del Sevilla, Sarabia sumó entre todas las competiciones dos goles y cuatro asistencias. Sin embargo, un año antes durante la etapa de Sampaoli, el madrileño sumaba a esas alturas cinco goles y siete asistencias. Un notable paso atrás no solo en números, sino también en las sensaciones que transmitía. Salvo en pocos partidos, no se vio al Sarabia que tanto gustó en las gradas del Sánchez-Pizjuán.

Apenas unas horas después del partido del Sevilla ante la Real Sociedad en Anoeta que se saldó con un 3-1 y una pobre imagen, el Sevilla comunicó que dejaba de contar con los servicios de Eduardo Berizzo. Era patente que el argentino no había sabido inculcar su estilo de juego a sus jugadores y el club buscaba urgentemente a un técnico que supiese sacar la situación para adelante.

La temporada pasada del madrileño fue fantástica / Foto: Photo Silver
La temporada pasada del madrileño fue fantástica / Foto: Photo Silver

La llegada de Montella ha sido clave

El 28 de diciembre se anunciaba la contratación de Vincenzo Montella. Tras unos días de rumores sobre quién ocuparía el banquillo sevillista, el extécnico del Milan era el elegido. Un joven entrenador que en su pasado fue un buen delantero que jugó en equipos como la Sampdoria o la Roma, entre otros. Apenas seis días tendría que dirigir su primer partido. Era la ida copera de octavos y Sarabia no fue titular. Solo jugó cinco minutos, el mismo tiempo que disputaría el madrileño tres días después en el derbi.

Con Montella, Sarabia participa en un gol del Sevilla cada 88 minutos

En la vuelta de octavos jugó los 90 minutos y dio una asistencia. Pero tres días volvería a ser suplente en liga ante el Alavés. A partir de entonces, se convertiría en titular indiscutible hasta ahora. Al italiano le sucedió lo mismo que a sus antecesores, tardó en ver que Sarabia es uno de los mejores y debe ser un fijo.

Desde la llegada de Montella suma cinco goles y cinco asistencias en 886 minutos repartidos en 13 partidos. Participa en un gol del Sevilla cada 88 minutos. En el total de la temporada suma siete goles y nueve asistencias. Por tanto, está a cuatro goles y asistencias de igualar sus registros de la temporada pasada. Si las lesiones no le pasan factura, logrará mejorar estas cifras, ya que restan, como mínimo, 31 partidos por jugarse.

La llegada de Montella ha beneficiado al madrileño / Foto: Noelia Déniz
La llegada de Montella ha beneficiado al madrileño / Foto: Noelia Déniz

No solo los números avalan al ex del Getafe. Su estatus en el vestuario lo hace un peso pesado en él, además, ha sido un jugador que siempre ha dado la cara cuando las cosas no iban tan bien y eso la afición siempre lo agradece. 

Todo ello hace que el aficionado sevillista pida una renovación para el madrileño. Su cotización ha subido drásticamente y su cláusula de rescisión es actualmente de unos 20 millones de euros. Un precio que, a día de hoy, es una auténtica ganga. Además, su nombre empieza a rondar el panorama nacional como un posible candidato para el Mundial de Rusia de este verano, aunque se antoja algo difícil que acabara yendo.

Mientras tanto, Pablo seguirá demostrando su calidad y en un futuro ya se verá si renueva, se va o acaba siendo convocado con la selección.

 

Fuente utilizada para los datos: Transfermarkt.