El Sevilla FC volvió a recibir al Atlético de Madrid en el Ramón Sánchez-Pizjuán. El conjunto madrileño aterrizó en Nervión hace algo más de un mes para disputar el partido de vuelta de los Cuartos de la Copa del Rey. En aquella ocasión, los sevillistas vencieron por 3-1 y sellaron su pase a la siguiente ronda. Era el último precedente.

Con esta eliminatoria tan reciente, la intensidad que ambos equipos suelen mostrar se presuponía aún mayor. Los de Montella buscaban demostrar que siguen siendo superiores y capaces de derrotar a los madrileños. Los de Simeone pretendían conseguir la victoria para resarcirse de la eliminación y mantener la lucha con el FC Barcelona por la Liga.

Pitido inicial y la primera

Saltaron los jugadores al verde y el ambiente, una vez más, fue espectacular. Una afición sevillista que llenó completamente las gradas y cantaba a coro el himno del centenario. Se guardó un respetuoso minuto de silencio en recuerdo del ertzaintza fallecido el pasado jueves y en recuerdo de Luis Cid “Carriega”, extécnico sevillista fallecido recientemente. La primera posesión fue para los sevillistas, pues fue Muriel el encargado de poner el balón en movimiento.

Precisamente, fue Muriel el que tuvo la primera. Un buen centro de Navas le cae en los pies y ante Oblak, manda el balón al centro. El esloveno logró despejarlo. Correa recibió el rechace y su disparo se marchó desviado. El conjunto hispalense pudo en el minuto dos ponerse por delante en el marcador. 

Los primeros minutos fueron de dominio absoluto de los de Nervión. Los sevillistas llegaban con peligro al área colchonera. Los de Simeone no lograban meterse en el partido y sufrían cuando los locales atacaban. 

Con el paso de los minutos, los visitantes consiguieron frenar el alto ritmo de las llegadas sevillistas y comenzó a elaborar juego ofensivo, aunque apenas sin peligro para la portería de Rico.

Gol visitante

Llegó el primer gol del encuentro en el minuto 28, a favor del Atlético de Madrid. Diego Costa robó el balón a Banega en el frontal del área local y se adentró en ella. Se plantó el delantero colchonero ante Rico, que no pudo hacer nada para evitar el gol en contra. Los sevillistas, que dominaban la posesión y las ocasiones,  vieron como su rival se ponía por delante en el marcador. 

El Sevilla intentaba responder, pero los colchoneros cortaban su juego con numerosas faltas. 

Y llegó el segundo

En el minuto 41, el conjunto colchonero volvió a golpear. Fue un auténtico golazo. Antoine Griezmann recibía el balón en la frontal que venía rechazado desde dentro el área. Logró encontrar ángulo entre una maraña de futbolistas sevillistas y acomodarse el balón para enviarlo al fondo de la red. Su disparo fue directo a la escuadra, donde el guardameta sevillistas solo podía seguirlo con la mirada. Y con este resultado de 0-2 se marcharon los protagonistas al túnel de vestuarios.

Pena máxima y el tercero

Comenzó la segunda mitad y llegó el tercero en contra. El Atlético de Madrid, más que aguantar el resultado y dejar que corriesen los minutos, fue en busca del tercer tanto. Y lo encontró en el minuto 49. Sergio Rico cometió penalti sobre Diego Costa al disputarle un balón dividido. Griezmann tomó el balón y lo colocó en el punto fatídico. No falló desde los once metros e hizo el tercero para su equipo y el segundo en su cuenta particular.

La afición hispalense pedía a los suyos que reaccionaran y buscasen sacar algo de provecho de este partido, que en ese momento parecía un milagro.

Y otro más

El Sevilla buscaba un gol que le diese esperanza, pero se encontró con otro en contra. Mercado intentó jugar con su portero, pero el balón no llegó a su destinatario. Griezmann leyó perfectamente la jugada y se interpuso. Robó el balón y asistió a Koke, que solo tuvo que empujarla.

El francés fue el jugador más destacado del partido. A la siguiente jugada, estuvo a punto de anotar otro tanto más. Su disparo fue repelido por el palo. Sin duda, hoy fue su día, todo lo que intentaba le salía a pedir de boca.

Hat trick del francés

Aún había tiempo para más. Los sevillistas, completamente desquiciados y sin capacidad de reacción, vieron como subía el quinto al marcador. Saúl condujo el balón en el área y dio el pase de la muerte a Griezmann. El delantero francés no falló en su remate a placer e hizo el quinto en el marcador. 

Se maquilló el resultado

Sarabia logró hacer el primer tanto local de la noche. Sirvió para maquillar el marcador. A este le precedería el segundo, obra de Nolito. Su disparo raso al palo izquierdo se marchaba al fondo de la red y supuso el segundo para los locales. En los minutos finales, tiró el Sevilla de coraje, pero los cinco goles encajados anteriormente hicieron que fuese imposible sacar nada de provecho.

El Sevilla sale tocado de un encuentro en el que la actitud de la afición es lo único positivo que se puede sacar. Los primeros 15 minutos de buen juego sevillista fue un espejismo. El Atlético de Madrid, a base de golpear arriba, fue el que llevó el ritmo del partido.