Año inolvidable para el Real Sporting de Gijón. Un 2015 donde un equipo económicamente mermado, sin poder realizar prácticamente ningún fichaje y con más de media plantilla sin experiencia en Segunda, y muy poca en Segunda B, consiguió un ascenso casi épico, evitando de esta manera la desaparición de uno de los históricos de nuestro fútbol.

Los Jony, Bernardo, Luis Hérnandez, Sergio Álvarez o Lora, comandados por un genial Abelardo, tiraron de un equipo con una media de edad inferior a 24 años, que culminó 2014 en los puestos altos de la tabla, y supo mantenerse ahí cuando otros con más recursos como Las Palmas o Real Valladolid no pudieron.

Bendito Benito Villamarín

El Sporting sumaba siempre. Tan solo dos derrotas en los 42 partidos en Segunda lo acreditan. Números de ascenso. Pero este se hizo esperar en parte por la excepcional forma de un Girona que se mantuvo en segunda posición una gran parte de la temporada. El Sporting, tercero, esperaba el pinchazo.

Este se produciría en la última jornada, en el tiempo de descuento, de forma épica, como si de una película se tratase. Los asturianos llegaban a la jornada 42 por detrás del Girona. Necesitaban que los catalanes perdieran en casa ante un Lugo que no se jugaba nada. En caso de empate, el Sporting debía ganar por tres goles. ¿El rival? El líder de la categoría, el ya ascendido e intratable Real Betis.

Sorpresivamente, el Sporting controló al Betis en todo momento. Y los goles iban llegando. Uno, dos y hasta tres para poner el 0-3 en el marcador. Sin embargo, en Gerona, los locales dominaban por 1-0, sin llegar a cerrar el partido. Entonces, el milagro llegó. Caballero remataba con la cabeza un centro que todos los sportinguistas empujaron a gol. Gol del Lugo, gol del Sporting, gol de la fe...

Refuerzos para Primera

El Sporting estaba en Primera. Evitaba de esta manera la desaparición, y pocos fueron los sportinguistas que aquel día no lloraron. Por delante, un verano para agradecer el milagro, porque otra cosa no se podía hacer. Los de Abelardo no podían casi incorporar fichas nuevas. Al final se consiguió incorporar a tres jugadores, sin experiencia en Primera, y todos cedidos.

Omar Mascarell, del Real Madrid, que venía de jugar en la segunda inglesa, en el Derby. Tony Sanabria, delantero paraguayo de la Roma, jovencísimo, cuya máxima experiencia era haber sido el referente del filial del Barcelona en Segunda. La guinda sería Halilovic. La perla croata, la esperanza de futuro del Barcelona. Llegaría a Gijón con la meta de crecer en su debut en Primera.

Si bien, a día de hoy, meses después de sus fichajes, tanto Sanabria como Mascarell han cuajado un buen papel, sin llegar a ser definitivos, es Halilovic el que ha acabado de triunfar en Gijón. El croata se ha convertido en la estrella del equipo, capaz de guiar al Sporting en su camino a la permanencia.

Un debut de ensueño

El primer partido del Sporting en su retorno a la máxima categoría del fútbol español no podía tener un rival más complicado: el Real Madrid. Los blancos llegaban tras un año de fracasos, habiéndose quedado sin Liga, Copa, ni Champions. En esta última competición, siendo eliminados por un ex, un descarte, Morata. Ergo los merengues llegaban con ganas de resarcirse.

El Molinón sería testigo de un partido para el recuerdo. El Sporting, con el mismo equipo del año en Segunda salvo Sanabria, pues Mascarell no podía jugar por contrato y Halilovic acababa de llegar a Gijón, plantó cara y le hizo partido a un equipo con infinidad de recursos. Los minutos pasaban y el Sporting aguantaba el 0-0 inicial.

El Sporting empataba a cero frente al Real Madrid en su debut en Primera División

Sanabria, con un cabezazo, a punto estaría de desatar la locura en las gradas. Su remate golpeó en el larguero de un Keylor Navas ya superado. Los últimos minutos fueron agónicos. El Madrid, con más corazón que fútbol, asediaba a un Sporting físicamente destrozado. El final llegó, y con el, la primera gesta del Sporting en Primera.

Siempre fuera del infierno

Pocos podían esperar que el Sporting, tras el milagro del ascenso, realizara otro en la nueva categoría. Este es, sin lugar a dudas, completar 16 jornadas de Liga, y llegar a 2016 sin haber estado ni una sola vez en puestos de descenso. Hay que destacar que en los últimos seis partidos del año, los asturianos solo ganaron uno, una mala racha que se pudieron permitir gracias al fantástico inicio.

La mala suerte ha privado al Sporting de más gestas. Los últimos minutos son siempre demoledores para los astures. Ante el Valencia, Alcácer en el 93 puso el 0-1. En el Calderón, era Griezmann en que rompía el 0-0 inicial en el 94. Más mala suerte contra Celta y Sevilla, y es que los primeros ganarían 2-1 con un gol de Nolito con el trasero cuando restaban 5 minutos. En Sevilla, a un cuarto de hora del final, un más que discutible penalti abría el marcador que a la postre sería de 2-0.

En definitiva, el 2015 será un año para el recuerdo en las memorias de los sportinguistas. Para el recuerdo por el ascenso, por ese último minuto en Girona, por el gol de Caballero, por las agallas de los guajes, por la magia de Halilovic, por el genio Abelardo, por el empate ante el Real Madrid, por la mala suerte, por la buena suerte, y porque el Sporting de Gijón vuelve a jugar entre los mejores.