El Real Sporting de Gijón cosecharía su tercera derrota consecutiva en un partido injusto con los asturianos. El marcador no reflejaría la realidad, y es que el Sporting le jugaría de tú a tú al campeón de la liga. Abelardo dispondría sobre el terreno de juego a los once habituales, la única diferencia en el esquema sería la entrada de Lora para cubrir el lateral izquierdo. Volvía Moi Gómez a ser titular.​Los asturianos no se arrugarían desde un inicio, presionando muy arriba la salida de balón culé. El Sporting se mantenía intenso y ponía en apuros a un dubitativo Barcelona. A punto estuvieron los gijoneses de sorprender a los culés con la intentona de múltiples contragolpes que generarían peligro. 

El centro del campo no desaparecería como en jornadas anteriores, realizando Sergio Álvarez y Nacho Cases un trabajo magistral con el esférico en las botas.  En ataque, Cop no conectaría con la pelota. Buscaría desmarques para coger la espalda al rival, aunque estos intentos no encontraran el premio del gol. Burgui y Víctor Rodríguez se toparía con los zagueros azulgranas una y otra vez. La defensa sportinguista se mantendría sólida durante gran parte del encuentro. Amorebieta y Meré se asocian a la perfección para evitar sorpresas. Lora sería uno de los puntos débiles de la zaga rojiblanca, y es que lo de jugar a pierna cambiada no fue un buen experimento para el madrileño. Llegando a la media hora de juego, Suárez lograría derribar la muralla sportinguista. El uruguayo aprovecharía un fallo defensivo en el que Amorebieta pierde la posición. Tres minutos después llegaría el segundo gol tras otro fallo de una defensa ya nerviosa. Los catalanes demostrarían su gran eficacia de cara al gol, dos tiros y dos tantos.

Y pasó lo inevitable

El ​Barcelona se acomodaría en la segunda parte y el Sporting lo aprovecharía para hacer un buen juego apoyado en la persona de Nacho Cases. El Sporting se gustaba en esta segunda mitad, pero todo se torcería en el minuto 74. Con la expulsión de Lora el recital del Barcelona en ataque sobrepasaría a una debilitada defensa. La entrada de Douglas ayudaría a debilitar una defensa ya tocada. El Sporting ya estaría condenado, y en tan sólo 7 minutos el Barcelona aumentaría su ventaja hasta los 5 tantos. A pesar de la buena actitud del Sporting de Abelardo y el buen juego desplegado, el fútbol premia la efectividad de un equipo de gran nivel.