En la jornada 33, El Sadar será testigo de uno de los duelos más dramáticos de todo el campeonato. El Club Atlético Osasuna, farolillo rojo de la competición, quiere morir de pie y, aunque la salvación parezca, a día de hoy, poco menos que una utopía, los pamplonicas no van a tirar la toalla sin, al menos, plantar batalla. Por otro lado, el Real Sporting de Gijón, que ve en el encuentro del próximo sábado una oportunidad de oro para colocarse a tan solo dos puntos del Club Deportivo Leganés, el equipo que marca la salvación en Primera División. En definitiva, para ganarse el derecho a soñar con la permanencia en la máxima categoría del fútbol español. ¡El espectáculo, y el drama, están servidos!

Hasta la fecha, el Osasuna suma únicamente una victoria en su feudo. Las cifras hablas por si solas, y es que este único triunfo como local llegó hace tan solo dos jornadas, en la visita de otro de los implicados en el descenso, el Lega de Asier Garitano. Si este dato, de por si, ya parece demoledor, no se debe olvidar que los rojillos suman solamente 17 puntos, cinco menos que el Sporting, lo que les sitúa irremediablemente en la última posición de la tabla clasificatoria. La salvación, a estas alturas, parece un objetivo inasumible. Quizá esta sea la mejor arma con la que cuentan los pupilos de Petar Vasiljevic. Osasuna no tiene nada que perder, y eso debe notarse sobre el terreno de juego. Aunque la pasada jornada cayó derrotado por un contundente tres a cero en el Vicente Calderón, el cuadro navarro quiere dedicar una nueva victoria a su gente, y los asturianos parecen una víctima propicia para ello.

El mayor peligro para los hombres de Rubi es, sin duda, Sergio León. El ariete cordobés, que el pasado verano pudo acabar vistiendo la elástica rojiblanca, está muy enchufado a pesar de la delicada situación que atraviesa su equipo y, como ya ha anunciado ante la prensa, piensa: "derramar hasta la última gota de sudor mientras haya esperanzas de salvación".