Osasuna y Sporting se reparten un punto insuficiente para los intereses de ambos equipos en el encuentro disputado esta tarde en El Sadar. Para el equipo rojiblanco este punto vale para recortar un punto al Leganés, que perdió en el Madrigal con un polémico gol de Bakambu en descuento. En cambio, el Osasuna se asoma un poco más al abismo, puesto que sigue siendo el colista de la categoría, quedando a nueve puntos de los madrileños con tan sólo 15 por disputarse.

El partido, que fue bastante trabado dejando patente lo que había en juego, no estuvo exento de polémica arbitral con dos decisiones muy protestadas desde el banquillo rojiblanco y que pudieron condicionar el resultado final. Inmediatamente antes del  1-0 el colegiado anuló un gol a Burgui al señalar un fuera de juego inexistente. Posteriormente, nada más iniciarse la segunda parte, el equipo asturiano reclamó un penalti de Oier al mismo Burgui en un forcejeo en el área del equipo navarro.

Burgui, molesto con el arbitraje

En zona la mixta los jugadores dieron la cara ante la complicada situación que tienen por delante. Burgui fue muy claro dejando constancia de su malestar con el árbitro Gil Manzano, del que ha dicho conocerlo "muy bien, ya que nos hemos encontrado varias veces". El extremeño no dudó en afirmar que el arbitraje condicionó el partido. "Mi gol era el 0-1 (...) y el penalti era el empate nada más iniciar la segunda parte", no dejando dudas al decir que "el árbitro se ha equivocado totalmente", aunque también reconoce que el equipo no ha hecho su mejor partido ya que "nos ha podido el nerviosismo". El jugador cedido por el Real Madrid reconoce también que ante el Espanyol  en El Molinón (próximo martes a las 19:30) "es nuestra última oportunidad".

Carlos Castro lamentó el punto insuficiente

Otro jugador que dio la cara y, como de costumbre, fue muy sincero en sus respuestas, fue el canterano Carlos Castro. El jugador de Ujo lamentó el empate, que considera insuficiente, ya que deja a los sportinguistas aún a dos partidos de los madrileños, reconociendo que "alcanzar al Leganés es muy complicado, pero no queda más que luchar". Cuestionado por la última ocasión de los rojiblancos, donde tuvo el 2-3 en sus botas, el joven delantero narraba la acción diciendo que "cuando levanto la cabeza el portero ya se me había echado encima", concluyendo con que el equipo debe pensar en positivo al haber recortado un punto, aunque destacando la importancia del partido ante el Espanyol ya que "si no ganamos es el final, aún estamos a dos partidos".

Víctor y Canella no pierden la esperanza

Finalmente Víctor Rodríguez transmitió la sensación "agridulce" con la que se va el vestuario al no haber podido dar la vuelta al resultado, pero quiso transmitir el compromiso del equipo para intentar sacar la situación adelante: "Nos vamos a agarrar hasta que estemos salvados o hasta que las matemáticas digan lo contrario".

Con esa misma sensación se fue Roberto Canella, que quiso agradecer el apoyo a los 500 aficionados que acompañaron al equipo en representación de los muchos otros que no pudieron asistir por la escasez de entradas enviadas a Gijón por el Osasuna: "Hemos empatado gracias a ellos (...) no deben perder la esperanza, nosotros no la perdemos", aunque fue muy claro destacando la importancia de la "final" del próximo martes, ya que asume que "si no ganamos al Espanyol no merecemos estar en Primera".

La jornada 33 deja al Sporting antepenúltimo con 23 puntos y a cuatro de la salvación. La plantilla sabe que queda una jornada menos y el margen de error es inexistente. Una nueva final se jugará en El Molinón el próximo martes a las 19:30.