El entrenador del Real Sporting de Gijón, Joan Francesc Ferrer, 'Rubi', dijo en rueda de prensa tras el empate cosechado en El Sadar (2-2) que no están contentos con el resultado, pero quiso dejar claros que se sentían vivos en la competición a pesar de ello. 

"El equipo ha sido capaz de levantar una situación muy complicada", dejó claro el técnico después de ver como su equipo logró empatar un partido que parecía prácticamente perdido en el minuto 75. "Hemos tenido un momento muy crítico con el 2-0", reconocía Rubi, pero dejando claro que consideraba que el equipo merecía mucho más y que el punto le es completamente insuficiente para el juego que habían desplegado sus jugadores durante todo el encuentro. 

También mostró su resignación al no poder llevarse los tres puntos de Pamplona: "Es lo que hay, nosotros queríamos ganar, pero ha sido un cara o cruz", subrayó sobre el resultado final. Por otro lado, protegió a sus jugadores asegurando que no existirá problema anímico alguno por parte de los jugadores de aquí a final de temporada, es decir, en las cinco finales que le quedan al Sporting. 

Otro de los aspectos más destacados del partido fue la actuación del árbitro, Jesús Gil Manzano, durante todo el encuentro, con diversas jugadas polémicas que, por caprichos del destino, no cayeron del lado sportinguista. Sin embargo, el entrenador rojiblanco quiso guardar su opinión para un momento en el que lo tuviese más meditado, por lo que simplemente dijo: "Prefiero hablar con más calma, aunque ha habido dos jugadas importantes en las que no hemos tenido la suerte de que el árbitro la viese como las veíamos nosotros".

Una rueda de prensa complicada la que tuvo que ofrecer Rubi tras el empate contra el Osasuna, aunque intentando dejar un mensaje de positivismo para la afición, que parece que cada vez ve más complicada la tan ansiada permanencia.