Última jornada de la primera vuelta. El  Sporting visita el estadio Villamarín a las seis y media de la tarde con Rubi como nuevo entrenador rojiblanco. Undiano Mallenco sería el encargado de dirigir el encuentro. El Betis contaba con las bajas de Joaquín, Sanabria y Felipe Gutiérrez por lesión; mientras que el Sporting no podía contar ni con Meré ni con Douglas por lesión, ni con Sergio por sanción.

Víctor Sánchez (entrenador del Betis) decidió afrontar el partido con un 5-3-2, con Zozulya y Rubén Castro liderando el ataque verdiblanco, mientras que Rubi apostó por un 4-3-3, con Canella como lateral izquierdo e Isma adelantando su posición hacia el extremo de la misma banda.

Un partido poco vibrante

El partido apenas tuvo emoción, el Betis tenía el balón y el Sporting mostraba su mejoría en la presión, pero no había claro dominador ni ocasiones claras. La primera ocasión de peligro fue una falta ejecutada por Duje Cop, que mando un balón alto, con rosca, a la derecha de Adán, que reaccionó a la perfección e impidió el tanto visitante. 

Reaccionaría el Betis, por parte de Zozulya, que remataba un centro desde atrás de Ceballos (probablemente el jugador local más activo), remate al que Cuéllar reaccionó blocando el balón abajo. El equipo local siguió colgando balones, uno de esos balones lo cazó Pezzela, que remató al segundo palo buscando la escuadra del palo corto, pero reaccionó muy bien Cuéllar, que realizó una gran parada de reflejos.  

Pero la más clara del partido la tuvo el Sporting, por mediación de Duje Cop, que tras un error garrafal de coordinación en la defensa del Betis, se fue del portero y desde la parte izquierda del área dio al palo. Acabaría así el partido en el Villamarín, un partido que se define con la frase “yo no marco, tú no marcas”.

Dejó bastante que desear el primer partido de Rubi como técnico rojiblanco. Pero se vio que el equipo mejoró en ciertas cosas, y que el técnico no lo iba a hacer mal.