Partido extraño el que se vivió este sábado en El Molinón. Con el descenso ya consumado, la afición asturiana se tomaba este partido como una ocasión para reivindicar, una vez más, su rechazo al actual propietario y presidente del club, Javier Fernández. Por lo que a los jugadores se refiere, el partido no tenía emoción ninguna, aunque Rubi apostó por casi todos sus habituales.

Enfado en la afición antes, durante y después del partido

Se venía organizando desde varios días antes del encuentro un acto para demostrar el descontento de la Mareona con la gestión del club por parte de la familia Fernández, ahora con Javier Fernández al frente del club como presidente y máximo accionista. Una hora y media antes del comienzo del partido, decenas de aficionados del Sporting y algunos del Betis, se concentraron delante del estadio para protestar contra la gestión del club en los últimos años, que al fin y al cabo es una de las razones por las que el equipo ha bajado esta temporada.

Ya en el inicio del partido, gran parte de los más de 16.000 seguidores que estaban en El Molinón sacaron a relucir sus pañuelos al son del cántico: “Consejo dimisión”. Javier Fernández escuchó ese cántico, pero lo hizo escondido en el antepalco por razones de seguridad, y es que un aficionado ha intentado acceder al palco para increpar a los dirigentes allí presentes. Los gritos no han cesado durante todo el partido, e incluso Cop también ha sufrido algunos cánticos críticos por su mal rendimiento en el terreno de juego aún habiendo terminado la temporada como el máximo goleador del Sporting con nueve goles.

El partido, puro trámite

El fútbol no fue el protagonista del día, pero había un partido en juego. Los dos entrenadores salieron con muchos de los jugadores habituales demostrando que aunque era un partido intrascendente, querían llevarse la victoria para darle una alegría a la afición. Rubi decidió dar la oportunidad de jugar más minutos a dos jugadores que se lo merecían, pero no habían tenido muchas oportunidades. Estos eran Castro que jugó en el lugar de Cop, y Nacho Cases que jugó por Moi Gómez.

El partido empezó sin mucha intensidad, se notaba que los dos equipos ya no se jugaban nada. Este hecho propició la creación de ocasiones en ambas porterías, y en una de ellas llegó el gol de Douglas. El brasileño hizo una buena jugada individual en el balcón del área y se sacó un buen zurdazo para batir a Giménez. El gol hizo que el Sporting dominara los siguientes minutos, pero cuando mejor estaban los asturianos, un fallo inexplicable de Cuéllar fue aprovechado por Rubén Castro para marcar el empate del Betis.

Desde ese momento se cambiaron las tornas y la segunda parte empezó como acabó la primera, con el Betis dominando claramente el partido. Así, los andaluces lograron hacer otro gol a cargo de Rubén Castro que adelantó a su equipo. Los béticos apretaron aún más después del gol, pero como ocurrió en la primera parte con los papeles cambiados, el Sporting empató el partido cuando mejor estaba el Betis. Carmona aprovechó un fallo de Durmisi para colar el balón dentro de la portería bética y firmar el empate con el que terminaría el partido.

Se separan los caminos de dos aficiones hermanadas

Empate entre Sporting y Betis, dos equipos hermanados que jugaron su último partido de esta edición de La Liga con resultados bastante dispares. El Sporting acaba la liga sin pena ni gloria, y con la cabeza ya en la temporada que viene para volver a Primera más fuertes que nunca. Los andaluces, deberán reflexionar sobre el mal final de temporada que han hecho e intentar mejorarlo la temporada que viene.

VAVEL Logo
Sobre el autor