Con la liga ya finalizada para el Sporting, toca hacer balance de cómo ha ido la temporada a lo largo de las 38 jornadas de la competición. Muy optimista se tiene que ser si se quiere sacar algún aspecto positivo de lo que ha sido esta temporada 2017-2018 que ha acabado con el descenso de los asturianos a una jornada del final.

El comienzo fue solo un miraje

Durante el verano, los aficionados ya empezaban sin estar muy contentos con la gestión del club ya que los fichajes del equipo no eran muy esperanzadores para el devenir de la temporada. Pero los tres primeros partidos de liga dieron alas a un Sporting que no se imaginaba acabar en la posición en lo que lo ha hecho. Siete puntos de nueve posibles dieron optimismo a la afición. A partir de ese momento, la primera vuelta fue un continuo de derrotas y mal juego que provocaron el cese del que hasta entonces era eñ entrenador sportinguista, el “Pitu” Abelardo en la jornada 18.

Rubi lo intentó, pero sin éxito

Entonces llegó Joan Francesc Ferrer “Rubi”. El técnico catalán sustituía a Abelardo para intentar mejorar la dinámica del equipo y conseguir la salvación al final de la temporada. Llegó a un equipo que había desembolsado una importante suma de dinero en fichajes en el mercado invernal para mejorar la plantilla pero, aparte de Vesga, ninguno ha dado el rendimiento esperado. Rubi mejoró ligeramente los resultados del equipo per en muchos de los partidos decisivos, el equipo no daba la talla y no conseguía llevarse los tres puntos.

Los números lo dicen todo

El Sporting ha certificado el descenso acabando en la decimoctava posición con solo 31 puntos, demasiado pocos para seguir en Primera División. Y es que, con solo siete victorias cosechadas en 38 partidos, el Sporting no se merece seguir en esta categoría. También destaca el hecho de que no hayan logrado luchar por la permanencia hasta la última jornada de liga. Ahora toca poner la mirada en la temporada que viene e intentar volver a Primera más fuertes que nunca.