Jorge Meré es uno de los mejores jugadores del Sporting de Gijón y tiene un futuro muy brillante por delante, y el más cercano es la convocatoria del asturiano a la selección española sub 21 para jugar el Europeo, en el que seguramente sea titular.

Otro año más ha realizado un curso espectacular y ha sido y será clave fundamental en el equipo titular del equipo. No ha estado en un puesto peor el equipo de no ser por sus habilidades defensivas, que en alguna que otra ocasión han salvado al conjunto de perder el partido, o ha salvado un punto para aferrarse al sueño de Primera un partido más, aunque haya tenido algún que otro partido en el que no ha sido el defensa férreo y contundente que se conoce.

Tras despedir esta amarga temporada, el defensa se ha seguido entrenando en solitario en las instalaciones de Mareo, probablemente para no perder el tono físico, de cara a esa importante cita continental con la selección, de la que se ha convertido en un pilar fundamental para Albert Celades en la defensa.

Observado por otros clubes

Meré sabe que esta competición continental puede ser un trampolín que lo lleve a un equipo de una categoría superior, pues el central de tan solo 20 años es una de los jugadores españoles más prometedores y con bastante experiencia en Primera, categoría en la que ya tiene alguna que otra ‘novia’. A tan corta edad, su impecable trayectoria ya llama la atención tanto a nivel nacional como internacional: sin ir más lejos, en el partido ante Las Palmas un ojeador del Hamburgo vino a ver en acción al central del Sporting.

En lo que respecta a su relación con el club, éste no tiene la necesidad de prescindir de sus servicios, pero teniendo en cuenta su potencial y futuro prometedor será difícil atarle al club rojiblanco, que por otra parte es el club de su vida, y seguramente que prefiera triunfar con él que tener que irse porque el equipo no aspire a algo grande.

Sin duda, es un futuro asegurado para el fútbol español, y este verano probablemente lo demuestre con la camiseta de ‘La Roja’, a la que ya se va acostumbrando, y no tardará en triunfar con ella, y en un futuro con la de la absoluta.