Nada más comenzar la que fuera la despedida del club de sus amores, agradece a todos los allí presentes su presencia: “Lo primero gracias por estar aquí, ya sabéis a lo que he venido, he de hacer una despedida de este club. No sé muy bien cómo va a salir esta comparecencia, os pido perdón si no sale muy bien y espero no emocionarme”.

Tras las primeras palabras, donde hace referencia a su libro, comienza contando una breve historia de cómo fue su llegada al club: “Hace 22 años entraba aquí en Mareo un niño que venía de jugar en el equipo de su cole, como muchos niños”, en ese momento hubo una pausa de unos segundos, pues ya le empezaron a caer las primeras lágrimas al recordar su llegada a la que sería, hasta el día de hoy, su casa. “El problema es que era inquieto, revoltoso. Aquí aprendí a jugar al fútbol, a formarme como persona, a ser lo que soy hoy en día, gracias a lo que soy hoy gracias a otras personas y gracias al club de mi ciudad. Muchas personas y muchos clubes intentan copiar el lema de que es más que un club, yo llevo 22 años aquí y no podría vivir en cien vidas lo que el Sporting me ha dado en esto años y lo feliz que he sido en él desde el principio y desde que llegué a Primera División. He tenido el mérito, casi el mérito mío, pero siempre he luchado desde el inicio de los partidos y he sido importante en cada una de las temporadas”.

También tiene palabras para describir los malos momentos que tuvo en su carrera deportiva, aunque destaca los buenos momentos: “Ha habido momentos fastidiados, pero hemos salido adelante, pero me voy a quedar en este día sólo con lo positivo. Como cosas a destacar, las amistades que he hecho, sin duda fuera del fútbol, fuera del mundo futbolístico me quedo con la gente que dentro de 15 y 20 años pueda llamarlos y compartir con ellas muchas cosas. Pero me quedo sobre todo con victorias en Primera División y sobre todo por el año de mi debut”. Hubo una nueva pausa por las lágrimas contenidas y dice que quiere dar un paso en su vida: “Quiero dar un paso en mi vida hacia otras cosas, otras experiencias, la gente que me conoce sabe cómo soy y sabe que quiero conocer cosas dentro del fútbol”.

Explica los años que le pueden quedar en el mundo del fútbol y lo que puede hacer: “Me quedan cuatro o cinco años, no veis en mí a un futbolista que ambicione o ponga por delante temas deportivos o incluso económicos, que incluso para mí son importantes no lo voy a negar nunca pero en mi cabeza están pasando otras cosas, otras cuestiones, primero mi familia”. Nuevamente vuelve a romper a llorar, pues es un momento duro para él el despedirse de una familia como es el sportinguismo, y los allí presentes le iban levantando los ánimos con aplausos de agradecimiento para hacer todo aquello más ameno.

Para finalizar, cabe destacar el emotivo homenaje que le hicieron sus compañeros en forma de vídeo, donde le agradecieron todo lo que dio por el club y el apoyo que dio a cada uno de ellos.