Borja Viguera compareció ante la prensa en Mareo el pasado viernes. El ariete riojano, que a priori será el tercer delantero del conjunto gijonés en la próxima campaña, se mostró muy sincero y crítico consigo mismo, reconociendo que fue una temporada dura en lo personal y que no estuvo a su mejor nivel.

Sobre la pasada temporada

Viguera reconoció que el equipo no respondió ante las expectativas que se habían creado tras el buen comienzo de liga. El pupilo de Paco Herrera no gozó de prácticamente oportunidades ni con Abelardo ni con Rubí, disputando solo 17 partidos y anotando dos goles.

Las lesiones fueron también un hándicap para el pichichi de la segunda división en la temporada 2013-2014. Viguera prometió trabajo y esfuerzo para recuperar tanto la confianza de sus compañeros como la suya misma, considerando fundamental ambos aspectos para volver a ser el delantero que era antaño.

Šćepović y Viguera sumaron 48 goles en la 13/14

"En el fútbol nunca sabes dónde vas a estar ni al día siguiente", respondía cuando le preguntaban sobre que él y Stefan sean compañeros después de lucirse hace tres temporadas. "No hace falta que digamos el tipo de jugador que es, el año que hizo aquí en Gijón, pero también hay muchísimos jugadores buenos como Carlos Castro, Claudio o Pablo". Además, declaró que cree que él y Stefan se mejorarán mutuamente.

Sobre la posible llegada de Mikel González

Viguera tuvo la oportunidad de coincidir con el defensa del equipo Txuri Urdin, incluso vivieron juntos en una academia en el País Vasco. Pese a que el central no haya tenido muchas oportunidades este año, lo consideraría un gran refuerzo y sería bienvenido en Gijón.

Claves para lograr el ascenso

Pese a reconocer que en la segunda división cualquier equipo te puede ganar, consideró clave que El Molinón sea un fortín, ser regular y luchar para volver a la categoría reina del fútbol español tras el triste descenso de la pasada campaña.