El club gijonés se creó en 1905, y fue reforzándose con los años. Sí que es cierto que los buenos resultados en Segunda División no llegarían hasta 1949, puesto que la situación económica del club impidió la llegada de nuevas incorporaciones. Durante este año el equipo fue ayudado económicamente por el Ayuntamiento y la Diputación Provincial, y fue dirigido por Amadeo Sánchez el cual logró que el Sporting finalizara la Liga en tercer puesto, con impresionantes goleadas como la obtenida en el Molinón contra el Numancia por 9-0. Esta no era la primera vez que el conjunto asturiano goleaba a un equipo de esa manera, ya que en la temporada de 1930/31 el Sporting anotó nueve goles en Gijón contra el Real Murcia, equipo el cual se encuentra actualmente en la Segunda División B. A pesar de los buenos resultados los rojiblancos no lograrían ese año el ascenso a Primera División.

Sí que fue durante la temporada de 1950/51 cuando los asturianos lograron el tan ansiado ascenso. Durante esa temporada el club rojiblanco fue uno de los mejores equipos de Segunda División, cosechó 100 puntos además de conseguir la victoria en las dos ocasiones que se enfrentó contra el Real Oviedo. Durante las temporadas de 1951/52, y 1952/53 el Sporting permaneció en Primera División y no fue hasta la temporada de 1953/54 cuando retornó a Segunda. Se cree que la culpable del descenso fue la gira americana organizada por el club en 1953 como premio por los buenos resultados. Debido a esta los jugadores no tuvieron a penas descanso y preparación, lo que llevó a que en la siguiente temporada el Sporting obtuviera unos números nefastos. Así pues durante 1954/55, Francisco Campos se convirtió en el nuevo técnico rojiblanco que logró que el equipo finalizara la temporada en cuarto puesto, a dos puntos del ascenso directo. Al siguiente año se volvió a contratar a Amadeo Sánchez pero este no logró los objetivos.

Durante 1956/57, la directiva asturiana decide contar con los servicios de Jesús Barrio como entrenador. Con él el Sporting anota 107 goles, golea a varios equipos como el Lleida por 11-0, y consigue el ascenso.

La siguiente temporada el Sporting logra verdaderas hazañas como las victorias frente al FC Barcelona y el Real Madrid. Sin embargo, en 1958/59 los rojiblancos se dejan llevar por los triunfos conseguidos la temporada anterior, y obtiene unos malos resultados que condenan al equipo de nuevo a Segunda División. El Sporting permanece así largo tiempo en esta categoría. No fue hasta la temporada de 1969-70 cuando los asturianos volvieron a Primera División. Ese año el club gijonés tenía entre sus filas a Quini, Herrero I, Herrero II o Churruca, jugadores, entre otros, que hicieron una espectacular temporada llevando al equipo a la siguiente categoría.

Quini ya en su etapa en el FC Barcelona
Quini ya en su etapa en el FC Barcelona. Foto: VAVEL

Desde 1970 a 1987 el Sporting vivió su época dorada, y no despertó de sus sueño hasta la temporada de 1997-98, la cual fue la peor del club. Este año el conjunto rojiblanco perdió 29 partidos de los 38 totales, lo que hizo que los asturianos volvieran a la Segunda División. Fueron años duros para el Sporting, a pesar de la aparición de David Villa que no logró que su equipo obtuviera buenos resultados. No fue hasta 2007/08 cuando el Sporting, a manos de Manolo Preciado logró realizar una buena temporada. Este año los rojiblancos comenzaron la temporada sin ser derrotados en los primeros nueve enfrentamientos, algo que acabaría en el ascenso de los asturianos.

Manolo Preciado durante un encuentro. Foto: VAVEL
Manolo Preciado durante un encuentro. Foto: VAVEL

Durante la temporada de 2011/12 se prescinde de los servicios de Manolo Preciado, y el Sporting incorpora primero a Iñaki tejada, y después a Javier Clemente que no logran evitar el descenso de su equipo. Fue en la temporada de 2014/15 cuando los asturianos vuelven a Primera División con Abelardo en el momento menos esperado. En el último partido de la temporada el Sporting se enfrentaba al Betis en el Benito Villamarín. Los rojiblancos necesitaban ganar a los béticos por un mínimo de tres goles, al igual que era necesario que el Girona perdiese contra el Lugo, si se quería lograr el ascenso directo. Los gijoneses anotaron sus tres goles en Sevilla, y cuando el colegiado pitó el final del partido y los jugadores se saludaban, llegó la noticia en la grada del tanto del Lugo anotado por Caballero en los minutos de descuento.

Los jugadores rojiblancos vivieron así un gran éxtasis, que se vio pausado en algunos momentos por el desconcierto, puesto que el enfrentamiento en Girona se tuvo que detener por el lanzamiento de objetos al juez de línea por parte de algún aficionado. Después de que se retomara el encuentro, el Girona anotó un gol que apago a la grada rojiblanca en el Benito Villamarín, esta no volvería a su estado de júbilo hasta que el árbitro en Girona decretó que el gol era anulado por fuera de juego. Así pues con el pitido final, los rojiblancos pudieron celebrar el tan inesperado y querido ascenso.

Los jugadores del Sporting celebrando el inesperado ascenso. Foto: VAVEL
Los jugadores del Sporting celebrando el inesperado ascenso. Foto: VAVEL

Con este bonito recuerdo se pone fin al repaso de los buenos momentos vividos por el Sporting en Segunda División, que como se puede observar, no son pocos.