Al encuentro del pasado domingo se le pueden achacar muchas cosas: la fragilidad defensiva, sobre todo a balón parado, las dificultades para sacar el balón jugado desde atrás, la completa desconexión en el centro del campo, la falta de puntería en ataque e incluso la escasa actitud que cada partido demuestra algún que otro jugador. Sin embargo, el aspecto que más preocupa a la parroquia rojiblanca es que, por primera vez en la historia del Sporting (y ya son 112 años), no había ni un solo asturiano en el once inicial. Además, también es la primera vez en toda la temporada que el equipo juega sin ningún futbolista criado en Mareo. ¿Quizá esto tenga algo que ver con la bochornosa imagen mostrada, verdad?

Paco Herrera trató de quitar hierro al asunto en sala de prensa. "Canella estaba en el banquillo, pero estaba con problemas. De haber estado en condiciones, quizá habría sido titular. No obstante, nunca valoro si uno es de aquí o es de fuera. Valoro su actitud en los entrenamientos y tomo las decisiones en función de eso", señaló. "Soy el primer interesado en que haya más jugadores asturianos en la alineación", matizó.

Lo cierto es que la lesión se Sergio Álvarez, uno de los pilares en el esquema rojiblanco, en el calentamiento previo al choque frente al Valladolid complica muy mucho la participación asturiana, al menos, de inicio.

También es cierto que el técnico catalán dio entrada a Carlos Castro y a Pablo Pérez en la segunda parte. El partido estaba ya muy cuesta arriba y ni el mierense ni el gijonés fueron capaces de darle la vuelta a la tortilla. No sería justo juzgarles a raíz de los pocos minutos de los que ambos están disponiendo en las últimas fechas, ni culparles del mal juego del equipo ante el Cádiz.