El Sporting B ha sorprendido a todo el mundo en Gijón en estas últimas semanas. Después del reciente ascenso a Segunda División B, nadie se esperaba que, a pesar de la buena evolución de la pasada campaña, los buenos resultados siguiesen estando presentes en Mareo. Lo cierto es que, además de las victorias, la imagen dada por los jóvenes futbolistas es digna de admiración. Lucha y entrega es lo que demuestran en cada partido, precisamente los valores que se enseñan en la ciudad deportiva y que parecen haber perdido algunos de los jugadores del primer equipo. 

A pesar de lo que se esperaba en un principio, Mareo es un fortín para los jóvenes futbolistas. Han devuelto la ilusión a aquellos aficionados que podían haberla perdido después de la mala racha del Real Sporting en El Molinón. Y es que las instalaciones se llenan cada fin de semana de seguidores que se acercan con sus familias a vivir una mañana (normalmente) de fútbol, teniendo la absoluta certeza de que se dejarán la piel y la vida si hace falta por cada balón. Así es como se demuestra que quieres ganar un partido, y así es, precisamente, como se vence cada encuentro. 

Sin ir más lejos, la semana pasada supo leer perfectamente el partido y defender el único gol de Víctor Ruíz al inicio del encuentro, ante un Mareo repleto de gente con ganas de ver fútbol. Eso también es uno de los méritos de este equipo, que saben interpretar cada momento a la perfección, y jugar acorde a ello. Al igual que su entrenador. La semana que viene tendrá un duro equipo a batir. La Real Sociedad B jugará en su campo luchando por la victoria. No lo tendrá fácil el filial rojiblanco, aunque después del historial de victorias que llevan este año en la categoria, ellos son, sin duda alguna, uno de los rivales a batir de Segunda B.

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