El Sporting de Gijón ha vuelto a caer derrotado en El Molinón como ya hiciera ante el Cádiz hace apenas 15 días. En esta ocasión, un solitario gol de Delmás, a la salida de un córner, fue suficiente para que el Real Zaragoza regresara a casa con tres puntos más en su casillero, agudizando, más aún si cabe, la crisis rojiblanca. Y es que ya son cinco encuentros consecutivos sin conocer la victoria, lo que aleja en demasía al cuadro asturiano de los puestos de PlayOff. Michael Santos se convirtió en el villano de la noche al marrar el penalti que hubiese supuesto el tanto del empate. Sin embargo, dada la fragilidad defensiva de la que hace gala el Sporting de Paco Herrera jornada tras jornada, no sería justo atribuir la responsabilidad de la derrota al gladiador charrúa.

Protesta fantasma

Hace apenas un par de días la Plataforma Fernández Fuera convocó, a través de un comunicado oficial en sus redes sociales, una pañolada masiva en el minuto cinco de juego para protestar por la gestión de la familia Fernández al frente de la entidad. Para sorpresa de los convocantes, no se pudo ver ni un solo pañuelo al viento. Sin paños húmedos, un fracaso rotundo. Si es cierto que, en los últimos minutos de juego y con el equipo ya por detrás en el marcador, se oyeron algunos gritos contra el máximo accionista del Sporting. Minoritarios, todo sea dicho. Las críticas por parte de la hinchada asturiana se centran, sin embargo, en Paco Herrera.

Lo de siempre

En líneas generales y a pesar de que los primeros acercamientos a portería fueron para el cuadro visitante, el Sporting dominó el partido en la primera mitad. Se notaba que era un encuentro importante. Tocaba recuperar la confianza y las buenas sensaciones. El juego, no obstante, no era todo lo fluido que le gustaría a la parroquia rojiblanca.

Bergantiños, Álex Pérez y Michael Santos gozaron de las mejores ocasiones para los locales. Para desesperación de los casi 16.000 fieles que desafiaron al frío y a la lluvia para apoyar a los suyos en los peores momentos, ninguna de estas oportunidades llegó a buen puerto. La imprecisión en el remate y las buenas intervenciones de Cristian, arquero del Zaragoza, impedía que el Sporting se pusiese por delante en el electrónico.

Se masca la tragedia

Ya en la segunda mitad, el cuadro dirigido por Natxo González iba a aprovechar las carencias defensivas del Sporting a balón parado para adelantarse. Delmás remató al fondo de las mallas y completamente solo entre el punto de penalti y el área pequeña un córner botado por Zapater. ¿Cómo es posible que el cuero haya llegado hasta ahí sin que ningún defensor lo haya interceptado? ¿Cómo es posible que hubiese un jugador libre de marca? Sencillamente incomprensible.

Resulta difícil explicar la involución del Sporting  en este primer tramo de la temporada. A pesar de arrancar el curso haciendo gala de una solidez defensiva digna de admiración, los errores defensivos, sobre manera a balón parado, se han convertido en una constante en las últimas fechas.

Una reacción insuficiente

En los compases finales, los pupilos de Paco Herrera tratarían de contrarrestar el gol maño e incluso dispusieron de un penalti para empatar el encuentro. Santos sería el encargado de fallar el lanzamiento. Mejor dicho, Cristian se encargó de detenerlo. También el rechace del que dispuso Pablo Pérez. El Molinón estalló entonces contra su entrenador, al que considera  principal responsable de la situación que atraviesa el equipo.

Para más inri, Bergantiños y Jordi Calavera se retiraron antes de tiempo por lesión. Ya se sabe, "a perro flaco, todo son pulgas".

Bergantiños trata de superar a Zapater en el centro del campo // Imagen: LaLiga
Bergantiños trata de superar a Zapater en el centro del campo // Imagen: LaLiga

En esta tesitura, solo cabe plantearse una pregunta: ¿debe continuar Paco Herrera al frente del Sporting? ¿Tiene crédito todavía o es momento de buscar un nuevo capitán para el navío gijonés? El debate está servido.