Rubén Baraja comentó cómo fue esta llegada a Mareo para ser el sucesor de Paco Herrera al frente del banquillo sportinguista: “Ha sido realmente muy rápido todo por la situación como se ha dado. Yo recibí una llamada ayer de tarde de mi representante diciéndome que había un interés del Sporting para poder hablar y venir aquí. Realmente estoy feliz y contento de que se diera esa opción”.

Se le preguntó por su valoración de plantilla de cara a un posible ascenso, viendo la actual situación, y si recurrirá al mercado invernal de cara a reforzar alguna posición y vender a algún jugador: “Con respecto a la primera pregunta es evidente que el Sporting es un equipo puntero en la Segunda División, es un equipo que tiene que aspirar a todo y esa es con la mentalidad y ambición con la que vengo aquí. La plantilla no está ahora mismo en una racha buena de resultados y eso genera desconfianza y al final mi papel es el de liderar que ellos vuelvan otra vez a tener confianza, que tengan la tranquilidad a la hora de competir y sobre todo que den el rendimiento que todos esperamos”.

Rubén Baraja hizo también una valoración personal sobre lo que le motiva este reto de entrenar al Sporting y lo que más le puede asustar a la hora imponer respeto con esta situación: “Lo que más me motiva es lo que significa el Sporting, yo tuve la oportunidad de jugar aquí como jugador, e incluso con la selección española en este campo, y la importancia que tiene este club ya que históricamente es de los mejores clubes de España, no solamente por lo que haya conseguido antes sino por su cultura, su filosofía, la afición que tiene y la pasión con la que vive la gente aquí el fútbol”. Y respondiendo a la pregunta de si hay algo que le asusta él responde de una forma clara: “Lo asumo y lo acepto, porque todos sabemos lo que significa este club , las aspiraciones que tiene y nosotros lo que tenemos que hacer es tratar de buscar rápidamente los resultados”.