El 2017 llega a su fin y el Real Sporting hace balance general de este pésimo año, con descenso incluido, y cambio de entrenador hasta por dos veces. Pero en esta ocasión VAVEL repasa los momentos de los diferentes jugadores de la plantilla rojiblanca.

Mientras el Sporting se hundía sin remedio, Diego Mariño Villar, por entonces el portero suplente del equipo asturiano, esperaba paciente en el banquillo viendo como el 'Pichu' Cuellar ocupaba semana tras semana la portería rojiblanca. El nombre de Diego Mariño y el número 13 no parecían en los onces titulares más que en veces que se podían contar con los dedos de una mano, no ocupaba portadas ni noticias en los periódicos, era un suplente más. Desde el comienzo del 2017 el portero gallego tan solo disputó dos partidos, en ambos fue titular. Durante esos 180 minutos disputados aproximadamente el potero tuvo que hacer hasta 11 paradas, encajó tres goles. Pero a pesar de su poco protagonismo dentro del campo, el meta gallego siempre estuvo comprometido con el equipo, fue activo y muy efusivo desde el banquillo, incluso en una ocasión vio una tarjeta roja por salir del banquillo y protestar una decisión en arbitral, en el partido entre Leganés y Sporting en Butarque.

En conclusión de esto se puede sacar que aunque la situación a priori no parezca favorable a tus intereses, siempre tienes que ser paciente y esperar, con trabajo y perseverancia tarde o temprano llegará la recompensa y el reconocimiento merecedor, en este caso, para Diego Mariño. Una vez finalizada la temporada y asimilado el varapalo que supone un descenso de categoría, el período de mercado estival de Mariño fue tranquilo y sin exaltaciones, inquietudes, ni rumores. La salida del entonces portero titular e indiscutible del Real Sporting, Iván Cuellar, podía ponerle al meta gallego las cosas más de cara para pelear desde cero con Whalley por la titularidad, en un equipo que pasaba sus vacaciones siendo ya etiquetado como uno de los favoritos para conseguir un nuevo ascenso a Primera División, y la presión que esto conlleva.

El Sporting volvía al trabajo en la segunda semana de julio de la mano de Paco Herrera, para preparar la pretemporada de cara a comenzar una nueva campaña, y a Diego Mariño, la mayoría ya lo postulaban como el portero titular del Sporting. Una vez comenzada la temporada, Diego Mariño ya empezaba como titular, y lo hacía dejando la portería a cero hasta en cuatro partidos, siendo partícipe activo en las cinco jornadas consecutivas que estuvo el equipo de Paco Herrera sin perder. Pero cuando mayor mérito se le dio al cancerbero sportinguista fue cuando el equipo asturiano dejó de carburar.

Los rojiblancos comenzaron un declive de juego y resultados que afectó a su puesto en la clasificación y a su estado anímico. Tras el empate en el derbi asturiano disputado en El Molinón, el equipo caía derrotado en uno de los peores partidos que se recuerdan de esta temporada 2017/18 que completa su primera vuelta. Fue ahí cuando el Sporting comenzó su particular declive futbolístico y de resultados. Acumularon dos derrotas seguidas, una incluyendo la eliminación en Copa del Rey frente al mismo Numancia que hacía a penas tres días les había derrotado por 3-0. Con la debilidad defensiva del Sporting una figura se vio obligada a emerger de entre las sombras, para evitar que su equipo perdiera más puntos y se alejara demasiado de la zona de Play Off, la de Diego Mariño

Y una vez completada la primera vuelta de la temporada 2017/18, y comparando el comienzo de año con el final. Seguramente Diego Mariño eche la vista hacia atrás y esté más que satisfecho con el trabajo que ha hecho hasta ahora, y es que el portero vigués ha pasado de la nada al todo en menos de un año, de contemplar a su compañero en la portería, a ser el salvador de un equipo que puede llevar los puntos que lleva, en parte gracias a las paradas salvadoras de quién en Gijón ya apodan "San Mariño".

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