Peores pesadillas que un Real Sporting de Gijón sin Sergio Álvarez existen en el aficionado sportinguista. El mejor jugador de la plantilla desde hace unos años atrás, el rojiblanco con el ADN y las características que tanto añora El Molinón desde la desaparición de Los Guajes: de Gijón, de Mareo y del Sporting. Buen compañero, buena persona y buen amigo, todo un líder no solo en el campo, atacando y defendiendo sin cesar, sino en el vestuario.

Sergio Álvarez renovó hasta 2019 en junio de 2015, una renovación de contrato ansiada por la afición rojiblanca y base para comenzar un proyecto exitoso que, de momento, no ha surgido. No cabe duda que el inicio de liga fue prometedor. Siete de los nueve puntos posibles y con un Sergio Álvarez inconmensurable que junto a su ahora excompañero de aventuras Nacho Cases, otro jugador del mismo ADN que Sergio y que salió gratis el pasado verano, dominaron el centro del campo en estos tres partidos, especialmente frente al Athletic Club de Bilbao. Sin embargo, el rendimiento del canterano fue a menos, igual que el equipo.

Xavi Torres, llegado del Real Betis, fue otro compañero de trabajo de Sergio. Dos jugadores de similares características  y que cuando jugaban juntos no creaban el tan ansiado y necesitado fútbol que necesitaba el Sporting en la crisis futbolística y de puntos que estaba sufriendo. Pocas fueron las alegrías que nos dio el equipo la temporada pasada. No obstante, siempre había un hilillo de vida ya que el Leganés, recién ascendido, estaba cosechando unos resultados similares que los rojiblancos pero con más puntos.

El partido contra el Leganés devolvió la ilusión. Ya con Rubí en el banquillo, y con el magnífico refuerzo de Mikel Vesga, descubrimiento total cedido por el Athletic, Sergio y el vasco tuvieron un papel muy importante en un partido demasiado importante. El partido del Sporting no fue bueno, ni el del Leganés, en general, fue un partido malo, trabado, con muchas faltas y mucha lluvia. Pero la fuerza y el coraje de los de la casa, y en especial de Sergio, robando todo lo que pasaba por su lado, fue clave para acabar ganando 0-2 y metiendo de nuevo al Sporting en la pomada.

Fue una excepción, porque el Sporting no levantó cabeza y desaprovechó todas las oportunidades que el fútbol ( y el Leganés) le dió. El descenso acabó por consumirse con una afición girada al palco y con el miedo de una salida del avilesino. Sergio siempre ha tenido muchas ofertas para salir del Sporting. Celta, Las Palmas, Betis y Málaga han sido, entre otros, equipos que le han ofrecido mejoras considerables en su contrato. Sergio optó por quedarse y querer triunfar en Gijón, una fidelidad y un amor por los colores que últimamente escasean en el fútbol moderno. Sergio será un jugador que siempre recordaremos. El gol en Getafe de media chilena o el golazo al Villarreal en la última jornada son de lo mejor en estas últimas temporadas. Sergio probablemente se vaya en un periodo de tiempo no muy largo si el Sporting no vuelve a Primera División porque ofertas no le faltarán, o puede que se quede y que se retire aquí, en su casa, en Gijón.

Sergio será un jugador fundamental cuando vuelva de su lesión, el Sporting le necesita en estos momentos tan duros en la clasificación, estando el ascenso directo y la promoción tan alejados. Su ausencia se está notando, y mucho. Nacho Méndez, como en su día Nacho Cases, puede que sea su acompañante en el centro del campo y así, si la situación se revierte, volver a donde se merece el Sporting, a Primera División.