Este domingo ha comparecido en rueda de prensa Diego Mariño, tras el partido en Lugo. El guardameta gallego lamenta la derrota y asegura que los jugadores y cuerpo técnico se quedaron con un sabor muy agridulce, por el hecho de jugar un gran fútbol (en su opinión, el mejor partido del año lejos de El Molinón), y no lograr los ansiados tres puntos.

Como era de esperar, comentó la jugada del tercer gol, que marcó el portero del Lugo, Juan Carlos. Mariño asegura que lo recordará como una anécdota, la cual no afectará a su rendimiento. Mostró cierta autocrítica al afirmar que el mismo podría haber hecho algo más en dicha jugada (la cual dejaba el partido prácticamente sentenciado).

Lamenta el haber perdido la oportunidad de engancharse a los puestos de arriba tras un partido en el que hicieron todo lo posible para ganar: mucha intensidad, buen juego, ocasiones de gol… El objetivo ahora es seguir esta línea para lograr los objetivos.

Asegura que el próximo partido frente al Nàstic es de gran importancia para el equipo, el cual no puede caer en la ansiedad y tiene que ser consciente de que el partido dura 90 minutos, aunque en un determinado momento se encuentre por detrás en el marcador.

Cuando en la rueda de prensa, apareció el tema del derbi frente al Oviedo, se mostró tajante dejando claro que ahora mismo solo piensan en el partido del domingo en El Molinón y que, una vez superado ese partido, se centrarán en el esperado duelo.

Por último, comentó el asunto de su renovación hasta 2022, expresando su bienestar en Gijón donde se siente muy querido y arropado, y donde quieren “echar raíces”, tanto él como su mujer. Llegó a decir que en la temporada pasada, a pesar de no contar con la titularidad, en ningún momento pensó en abandonar Gijón sino todo lo contrario, en seguir entrenando duro para ganarse el puesto que, tras la marcha de Cuéllar, finalmente ha alcanzado.

 

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