Tras la dolorosa derrota en tierras gallegas de los jugadores de Rubén Baraja, el Sporting enfrenta este domingo un encuentro en casa, El Molinón, un estadio que parece que por fin se está convirtiendo en un fortín, ante el Nàstic de tarragona, rival que ya vencieron en la primera vuelta del campeonato por cero goles a cuatro.

Allá por septiembre de 2017, el Real Sporting gozaba de una efectividad envidiable en la categoría, en la que tras finalizar ese encuentro se situaba a la cabeza de una de las ligas más exigentes del mundo.

Llegaban a tierras catalanas con las estadísticas en la cabeza, que decían que el Nàstic no era un rival que se le diera especialmente bien a los asturianos, pero agarrándose a que la única vez que los consiguieron vencer fue en el Nou Estadi, también a comienzos de temporada.

En el encuentro de la primera vuelta, los jugadores sportinguistas lo tuvieron todo a favor, vivían un excelente momento de forma, aún sin derrotas en su expediente y con los ánimos por las nubes al ver que el equipo estaba cogiendo un buen rumbo.

Los asturianos dominaron el encuentro desde el comienzo, a excepción de algunos arreones locales, los rojiblancos siempre concentraron el mayor peligro del encuentro. Los goleadores del partidos fueron Xavi Molina en propia meta, Stefan Scepovic, Rubén García y Michael Santos.

Tal fue el acierto del Sporting que los tres primeros goles se anotaron en el primer tiempo, un registro difícil de ver en una liga tan igualada como La Liga 1 2 3. En cambio el segundo tiempo a penas tuvo emoción, el conjunto visitante marcó el último gol del encuentro, y controló el balón y ritmo del partido exceptuando algunos ataques puntuales de los locales.

En esos tiempos, el Sporting disfrutaba de su buen hacer en la categoría, que dista mucho del que vivía el equipo hasta hace muy poco, cuando había encadenado hasta seis partidos sin conseguir la victoria, una crisis que dejó al Sporting a penas 'sin colchón' de puntos para no sufrir más de la cuenta en la segunda vuelta.

Actualmente el Sporting cuenta con 33 puntos y se sitúa en el décimo puesto de la tala de clasificación, y su rival, en el decimocuarto puesto con 28 puntos.

Y viendo la racha de resultados del club asturiano en El Molinón no es de extrañar que seguramente agradezcan que el partido sea en Gijón y no fuera, porque las estadísticas desde la llegada del 'Pipo' Baraja no dejan lugar a dudas de cuál es el lugar preferido por los jugadores. De cinco partidos, los disputados en el templo sportinguista concluyeron con victoria local, en cambio en los dos disputados fuera, no se consiguió ni un solo punto.