Cierto es que, cuando un equipo está en una situación como la del Lorca, resulta complicado detectar a jugadores de la plantilla que estén teniendo un buen rendimiento. Esto se debe a que el conjunto murciano encadena una racha de 10 partidos consecutivos en lo que no ha logrado obtener ni un solo punto. Solo se ha llevado los 3 puntos en 4 encuentros (3 de ellos como local y uno en Tarragona frente al Nàstic) y ha sumado hasta 4 empates.

De todas formas, algunos de los jugadores sí que asumen liderazgo e importancia en el cuadro de Fabri González:

Carlos Pomares

Frente a los evidentes problemas del Lorca de cara a portería, el lateral izquierdo de 25 años se ha convertido en una de las piezas clave del ataque murciano. A pesar de ser lateral izquierdo, Pomares lleva a cabo en los partidos constantes incorporaciones al ataque, hilando numerosas jugadas por banda. Tanto es así que, en lo que llevamos de campaña, el lateral valenciano ha servido dos asistencias que, teniendo en cuenta los escaso goles que ha logrado marcar el equipo, es un cifra más que notable para un jugador de su posición.

Javi Muñoz, ‘el pichichi’

El centrocampista madrileño es uno de los jugadores más importantes del equipo. Ya no solo por sus 4 goles (máximo anotador de la plantilla) sino que también ha dado 2 asistencias. Estos significa que ha sido protagonista en 6 goles del equipo, que constituyen el 26% de los todos los goles del cuadro murciano. Además ha ganado peso tras la marcha, en el mercado de invierno, de Bustos (jugador que llevó la batuta del equipo durante las últimas temporadas) y el veterano Abel Gómez quien, antes de su marcha, había anotado 3 goles a pesar de su inestabilidad en el once titular.

Bajas importantes

Como ya decíamos antes, el Lorca ha sufrido bajas muy importantes, que restan nivel al equipo como pueden ser la marcha de Bustos, A.Gómez u Onwu. No obstante, también cabe destacar la llegada de un número importante de futbolistas que tratarán de aportar su sacrificio y esfuerzo, intentando así lograr el objetivo (cada vez más complicado): la permanencia.