Todas las películas tienen un final. Sin embargo, este filme de terror no parece terminar nunca. Lorca y Sporting se repartieron los puntos en un partido en el que los rojiblancos estuvieron muy lejos de su mejor nivel. El Lorca, tras diez encuentros sin puntuar, logra sacar un punto del Artés Carrasco que lo coloca a trece puntos de salir de los puestos de descenso a Segunda División B.

Continúa el drama con los penaltis

En el Artés Carrasco se enfrentaron dos equipos que, a pesar de militar en la misma categoría, presentaban una gran diferencia de nivel en sus respectivas plantillas. Baraja sorprendió con el esquema del 4-3-3, una variante provocada por la ausencia de Carmona y que daba entrada a Nano Mesa y Hernán Santana en el once titular. En los primeros compases del partido el cuadro asturiano tenía poco contacto con el balón y no lograba imponer su control sobre el terreno de juego. El Lorca intentaba tocar la pelota pero la presión del Sporting le obligaba a patear el balón en largo.

En el minuto 25 parecía que todo iba a cambiar pero al final no cambió nada. El colegiado pitaba un penalti a favor del Sporting, después de que Digar, uno de los centrales del Lorca, fallara en un control del balón y barriera a Nano Mesa sobre el césped. Jony era el encargado de lanzar la pena máxima pero Dorronsoro le adivinaba el disparo. Así, lo que parecía que iba a suponer un punto de inflexión para los rojiblancos, desembocó en un doble problema para los de Baraja: el remate fallido de Jony agranda la mala relación que tiene el Sporting con los penaltis y, además, Nano Mesa tenía que ser retirado del terreno de juego por lesión. En su lugar entró Rubén García y el sistema de juego volvió a ser el clásico 4-2-3-1.

La primera mitad llegaba a su fin con un único disparo de los asturianos entre los tres palos, el penalti, y con un Lorca muy limitado; se mostraba intenso en labores defensivas pero incapaz de generar peligro en la portería de Mariño.

Poco fútbol en el Artés Carrasco

Lejos de haber sorpresas, la segunda mitad fue un calco de los primeros cuarenta y cinco minutos de encuentro. Las continuas interrupciones y la escasez de fútbol eran la tónica dominante a medida que avanzaban los minutos. Jony, una vez más, volvía ser el jugador más activo en la parcela ofensiva del Sporting y en el minuto 55 el Lorca iba a tener la ocasión más clara del partido, donde Mariño tuvo que emplearse a fondo ante un gran disparo del cuadro local y mandar el balón a córner.

A pesar de la entrada de Viguera en el minuto 60, no había ningún tipo de reacción en el cuadro sportinguista. A Santos le faltaba el olfato goleador que tanto le caracteriza y las galopadas de Jony por la banda izquierda no eran suficientes para crear peligro en la meta defendida por Dorronsoro. Al final, el escaso fútbol hizo justicia en el marcador y hubo un reparto de puntos en el estadio murciano.

Sigue la pésima racha a domicilio

Tanto la plantilla rojiblanca como su afición tenían puestas todas las esperanzas en que el Artés Carrasco iba a ser el escenario donde el Sporting pondría punto y final a su mala racha de resultados lejos de El Molinón. El rival acumulaba diez partidos sin sumar ni un solo punto y el club gijonés venía de cosechar un gran partido ante el Numancia. Sin embargo, los fantasmas continúan sobrevolando al conjunto rojiblanco cuando juega a domicilio. Lejos del buen nivel mostrado la pasada jornada ante un rival directo en la lucha por el play-off, en Lorca se volvió a ver una versión muy pobre del Sporting, a un equipo falto de ideas y sin brillo.

El conjunto dirigido por Fabri vuelve a puntuar diez partidos después y los de Baraja regresan a Gijón con la sensación de haber desperdiciado una gran oportunidad para acercarse a la parte alta de la clasificación. El único dato ‘positivo’ para la entidad rojiblanca es que vuelve a puntuar lejos de El Molinón casi tres meses después.

Próximo capítulo, ante el Osasuna

Una vez terminado el episodio de terror en el Artés Carrasco, los de Baraja deben tener puestos todos los sentidos en el capítulo del próximo viernes ante el Osasuna, donde intentarán protagonizar la sexta victoria consecutiva en su escenario favorito, El Molinón. Esta tragicomedia continuará.