La Unión Deportiva Almería ya ha logrado estrenar su casillero de victorias en la presente temporada. Lo ha hecho imponiéndose al Rayo Vallecano de manera contundente, por tres goles a cero, en un encuentro disputado de principio a fin que ha terminado por reflejar un marcador que no hace justicia a lo visto sobre el terreno de juego, puesto que los madrileños han tenido ocasiones de sobra como para haber conseguido algún tanto, pero Casto ha terminado por desbaratar todas ellas. Un Casto que, paradojas del balompié, empezó el encuentro sufriendo un golpe y siendo antedido por las asistencias médicas, aunque, finalmente, no llegó la sangre al río y el fútbol siguió su curso con un Almería que llegaba con cierta facilidad a los dominios de Toño pero que no acertaba en los metros finales. Así, Pozo, Fidel y Chuli protagonizaron distintas llegadas que no pudieron ser culminadas; la más clara, la del punta onubense, que recibió un medido centro lateral del “16” y no acertó a rematar entre los tres palos libre de marca.

Por su parte, el Rayo también lo intentaba; los de Soriano concedían metros a su rival, dejaban pensar a jugadores de calidad como Trashorras, Ebert o Álex Moreno y ello generaba cierta sensación de peligro cada vez que los madrileños sobrepasaban el campo propio, aunque, al igual que su rival, les faltaba precisión en los instantes decisivos. A pesar de ello, los de la franja iban a gozar de tres oportunidades más que claras para adelantarse en el marcador, dos de ellas en las botas de Javi Guerra, que se topó con un Casto excelso. Aun así, la zaga local hacía aguas y se estaba viendo superada una y otra vez por la lanza de ataque rayista.

Cuatro minutos de inspiración

Pero en esto del fútbol lo que cuenta es que la pelota traspase la línea de fondo y bese las mallas. Algo que los de Sandoval no supieron hacer y los andaluces sí. Y por partida doble. Cuando peor pintaba para los unionistas se pusieron por delante en el marcador. Lo hicieron por medio de Antonio Puertas, que estaba siendo de los más destacados de su equipo y que con un tiro cruzado desde la frontal con la pierna izquierda tras dejar atrás a dos defensores, batió a Toño. El almeriense se estrenaba como anotador y celebraba. Celebraba con rabia, siendo consciente de la importancia de ese gol tanto para su equipo como para él mismo.

Y, sin apenas tiempo para regocijarse, la hinchada local volvería a saltar como un resorte de sus asientos para asistir a la segunda diana de la tarde. En este caso, con Ramón Azeez como protagonista. El nigeriano abandonaba, de nuevo, su zona de confort y se dejaba ver por el área rival. Ahí apareció para rematar a puerta vacía una dejada de Fidel tras centro de Chuli. El “Águila Verde” sumaba su segundo gol de la temporada y daba por concluidos los primeros cuarenta y cinco minutos, en los que el Rayó dominó y demostró más claridad en su juego, pero el Almería supo golpear más fuerte.

Azeez celebra su segundo gol de la temporada. (FOTO: Diego Carmona - VAVEL)

Al cabo del descanso, misma tónica que antes del mismo, los visitantes llegaban y el Almería esperaba un contraataque o un chispazo de sus hombres de arriba para cercar la meta contraria, pero los del sur de Madrid se volvían a topar con el arquero local; en este caso fue Álex Moreno quien intentó recortar distancias a través de un disparo que buscaba el palo contrario y que el "13" logró desviar a saque de esquina.

Ambos técnicos buscaban darle un aire nuevo al choque, sobre todo en el caso de José Ramón Sandoval, que veía cómo los minutos pasaban y el marcador no sufría modificación alguna. Por eso, en un cuarto de hora agotó cambios, dando entrada a Fran, Mujica y a Manucho, en detrimento de Trashorras, Álex Moreno y Embarba, respectivamente. Por su parte, Soriano introdujo, en primera instancia, a Quique González en lugar de Chuli.

Fidel sentencia

Desde ese momento, el asedio de los de Vallecas fue constante. Adelantaron todas sus líneas en busca de recortar diferencias, con todo lo que ello conlleva, dejando así la meta propia desguarnecida ante un Almería a la espera de un error que sirviera para sentenciar. Un error que no tardó en darse, puesto que Nano se aprovechó de una mala entrega para enviar el balón hacia Quique, que peinó el cuero hacia Pozo, que tenía toda la banda para sí. El malagueño, avanzó, condujo, llegó a la línea de fondo, se acomodó el esférico a su pierna buena con un recorte, buscó y encontró a Fidel, que llegaba desde atrás para batir a Toño con la zurda y finiquitar la confrontación.

Pero, a pesar de lo que reflejaba el marcador, la calma no fue absoluta para los almerienses, toda vez que el conjunto rayista lo siguió intentando sin cejar en el empeño a pesar de que el cronómetro jugaba en su contra. Un contador que llegó a su final con un abultado triunfo local que sirve para dotar de confianza a un equipo que veía de cerca a los fantasmas del pasado y que tendrá que seguir trabajando para auyentarlos.

VAVEL Logo
Sobre el autor
David García Fernández
Coordinador y redactor de la sección de la Unión Deportiva Almería en VAVEL.