Iago Díaz, futbolista de la Unión Deportiva Almería, ha pasado este martes por la sala de conferencias del Estadio de los Juegos Mediterráneos para analizar la actualidad de su equipo. Un equipo que el pasado domingo mejoró en sensaciones y, por fases, en juego ante el Levante, pero que igualmente acumula solo una victoria en nueve encuentros, fruto de una irregularidad que el propio jugador reconoce que les está marcando mucho: "Cuando hacemos un buen partido o nos vamos con sensaciones positivas, a la semana siguiente nos pegamos el batacazo. Esto tiene que cambiar ya, venimos de hacer el mejor partido de toda la Liga y tenemos que seguir así en Alcorcón". En esa misma línea, ha confesado que el choque del pasado domingo ha de darles confianza y hacerles sentir que son "capaces de hacer las cosas bien" ante cualquier equipo.

Frente al cuadro granota, el catalán partió como titular y lo hizo en su posición natural, el extremo, algo que él mismo agradece, aunque reconoce que lo importante es jugar porque trabaja "toda la semana para ello": "Últimamente me había acostumbrado al lateral, pero ahora me tocó volver al puesto en el que jugué toda la vida. Estoy contento por ello y por poder ayudar al equipo, llevaba desde la segunda jornada sin ser titular y me encontré bien. Hacer los entrenamientos intensos y competitivos propicia que cada persona que entre al equipo lo haga bien".

Sin salirse del aspecto individual, el exjugador del Lugo se ha referido a la jugada hilvanada por Quique y Fidel y rematada por él mismo que no pudo culminar en gol al interponerse el poste en el camino, mostrando su pesar y dando su particular punto de vista: "Entre Quique y Fidel hicieron una jugada increíble con dos taconazos, el balón me cae a la izquierda y en ese momento me da la impresión de que va a llegar el central y me tiro al suelo para rematar y al final la toca el portero y da en el palo. Si llega a entrar, hubiese sido una de las jugadas del año".

"Confío mucho en mis compañeros, para nada me arrepiento de estar aquí"

El atacante tenido, también, palabras para el que fuera su anterior equipo, que actualmente ocupa la segunda posición de la tabla clasificatoria, objetivo que se le presuponía, a priori, a la entidad andaluza cuando Díaz firmó por ella allá por el verano de 2015. Nada más lejos de la realidad, el devenir de los rojiblancos por el campeonato regular fue bien distinto y este curso ha comenzado de la misma manera: "Está claro que cuando recibo la llamada del Almería pienso que es para estar arriba, para luchar por ascender y ser un equipo puntero. El año se dio mal y hay que olvidarlo. Ahora queda mucho, el Lugo es segundo y esto puede cambiar. Confío mucho en mis compañeros y para nada me arrepiento de estar aquí".

Cambiando de tercio, el "7" rojiblanco ha querido dar su opinión sobre los hechos deleznables que acontecieron el pasado domingo entre hinchas del Almería y del Levante, condenando los mismos y abogando por que no se vuelvan a producir: "Hay que condenar todo acto de violencia. El club ya se posicionó para expulsar a la gente que formó parte de esa pelea, que es lo más lógico. Se están poniendo de moda las peleas entre aficionados y creo que es algo que hay que erradicar porque el Almería tiene una gran afición que no se puede ver manchada por hechos así".

Volviendo al aspecto meramente futbolístico, Iago considera primordial salir cuando antes de la zona baja de la clasificación, algo que, afirma, solo se consigue sumando victorias: "Nos tenemos que traer los tres puntos de Alcorcón porque si no, te metes en una dinámica de la que, ya lo vimos el año pasado, es muy difícil salir". Por ello, ha querido apelar a la testiculina: "Si no trabajamos todos juntos, si no corremos y si no le echamos huevos, las cosas no van salir", ha apostillado.